Nos consultan: “Mi hijo de 7 años regresa de la escuela con el uniforme roto, su mochila desgajada, aruñado los brazos, con moretones en la cara, llorando y diciendo que no quiere ir a la escuela. No sabe defenderse, situación que me molesta y ya lo he castigado varias veces. ¿Qué debo hacer?”

Dr. Eduardo Santillán

Respuesta:
Gracias por su franqueza, su hijo esta padeciendo el calvario de acoso escolar o bullying, generalmente lo padecen niños que son considerados diferentes: muy altos, muy bajos, muy delgados, gorditos, usan lentes gruesos, su piel es muy oscura o muy clara o amarilla, de voz fuerte, de voz baja, de una religión no muy popular, etc. Los agresores tienen un cabecilla que frecuentemente es el que dirige los atropellos que pueden ser psicológicos, emocionales, socieales y o físicos.

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Dichos agresores generalmente son seres que canalizan su frustración y rebeldía dados sus sufrimientos, padecimientos y carencias familiares, inconscientemente siente que se alivia su padecer al agredir a un ser inocente, provienen de una subcultura familiar de violencia y abandono. Ellos también son víctimas de sus propias vivencias. Jamás se debe castigar a alguien que padece de bullying, su padecimiento podría llegar a ser tan grande que inclusive puede que opte por suicidarse, lo cual ya se ha presentado en muchos casos. Seguiremos tratando sobre este mal en las siguientes semanas. (O)