Tú preguntas, yo respondo

Mi hija de 19 años vive en España con mi hermana, lleva cinco años allá pero estoy preocupada porque se ha vuelto rebelde y anda con malas amigas. ¿Qué puedo hacer o decirle a mi hermana para que ayude?
Atte. Flora

Psicólogo Jorge Luis Escobar
Gracias por depositar su confianza en nosotros en su inquietud busca estrategias de cómo controlar las actitudes de su hija a distancia.

Debe tener en claro que por mucho que los padres quisiéramos gobernar lo que piensen, sientan y hagan nuestros hijos, eso es algo no posible.

Cada ser humano tiene su propia voluntad y autogobierno que se usa o no dependiendo del nivel de desarrollo o aprendizaje.

A la edad que viajó, su hija ya llevaba una personalidad estructurada y como adolescente le tocaba reafirmarla, mejorarla o cambiarla acorde a sus niveles de sobrevivencia.

Súmele a ello que en el país donde ahora habita la legislación es distinta a la nuestra en lo que respecta a roles parentales y forma de establecer límites, de ahí que para poder establecer una estrategia familiar en conjunto con su hermana, su hija y usted, tiene que evaluar sus formatos familiares y los niveles de confianza y comunicación.

Si usted representa la persona en la cual su hija deposita esa dosis de equilibrio para cuando sienta que no sabe o conoce algo acude a usted, eso es algo que no se obliga sino se gana en el proceso de crecimiento y desarrollo y regularmente se instala los primeros años del desarrollo.

Toca entender también que todas las personas están expuestas a múltiples peligros y que son las habilidades personales aprendidas en casa o por autogestión las que permiten los niveles de sobrevivencia, el miedo no es un buen consejero.

Evaluar el ¿para qué su hija viajó a España? Eso también ayuda en el cómo vamos a solucionar esta situación, quitar de sus expresiones los lamentos y trasformar el diálogo en oportunidades, tomar decisiones que abonen al desarrollo de ella como hija y de toda la familia, evaluar el proyecto de vida que ella tiene y respetar sus aportes sin descalificarlos, permitirse pedirle autorización para emitir su criterio como madre sin que suene orden sino como sugerencia, eso les dará la oportunidad de construir mejores realidades. Puede hablar con ella o escribirle, en su diálogo evitar el uso de la culpa o las demandas manipuladoras y expresar que así como usted se ama y toma decisiones sabias espera poder enseñarle con el ejemplo a hacerlo a ella. La solución mayor la tiene usted en su interior y se llama amor propio. (O)