El seco de chivo es uno de los platos más solicitados por los turistas que visitan la parroquia Jumón, cantón Santa Rosa. Un grupo familiar conserva esta tradición gastronómica que atrae a ecuatorianos y extranjeros.

“Mi mamá empezó la tradición de preparar el seco de chivo hace más de 35 años, ahora el negocio sigue con las hijas, lo que representa un ingreso para solventar nuestros gastos y los estudios de los niños”, dice Sara Calva Preciado, de 47 años.

El negocio se denomina La Esquina del Chivo Jumoneño, donde además se venden seco y caldo de gallina criolla, guatita y almuerzos. La parroquia Jumón está a 25 minutos de la vía Panamericana que comunica a Machala con Huaquillas, a diez minutos del aeropuerto regional de Santa Rosa.

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“El seco de chivo se prepara con un refrito, jugo de maracuyá, chicha de jora, además la chanfaina y la sangre. El plato se sirve con arroz colorado, yuca y seco”, explica.

“El chivo faenado (listo para preparar) viene de Zapotillo. Un fin de semana se consumen hasta dos chivos. El costo por cada plato es de $ 4,50”, agregó. (I)