La “intimidad” en la obra de Jean Pierre Renoir, tanto social, familiar como erótica, es el tema en torno a una retrospectiva del pintor impresionista francés que se inauguró ayer en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid.

La exposición, abierta hasta el 22 de enero, reúne 78 obras prestadas de más de medio centenar de instituciones y colecciones de todo el mundo.

La exhibición consagra dos salas a su etapa impresionista, aunque su interés reside sobre todo en su exploración de periodos menos conocidos de la carrera del pintor, principalmente sus últimos cuarenta años, cuando revisó la tradición clásica, aún sin abandonar del todo el impresionismo.

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También muestra facetas menos célebres, como sus retratos por encargo, más o menos logrados, de la alta sociedad parisina. A lo largo de las salas, el visitante podrá ver a la niñera Gabrielle leyendo y a los tres hijos del pintor, entre ellos Jean Renoir, el futuro gran cineasta, o Aline, su esposa, amamantando a su hijo (1915).

En paralelo, la Fundación Mapfre ofrece una exposición sobre los personajes femeninos de Renoir, con obras de las colecciones del Museo de Orsay de París y la Orangerie. (I)