Tener el celular al lado de la cama forma parte hoy de lo cotidiano, pero es algo que puede influir negativamente en el sueño, sobre todo si el smartphone parpadea o vibra durante la noche. Y si la batería es defectuosa, puede incluso ser peligroso.

"Realizar actividades con el smartphone justo antes de irse a la cama va en contra del relax que requiere el quedarse dormido", subraya Alfred Wiater, presidente de la Asociación Alemana de Investigación del Sueño y Medicina del Sueño (DGSM).

"También puede ser negativo para la calidad del sueño el quedarse dormido sabiendo que uno está disponible en cualquier momento a través del teléfono".

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Eso no quiere decir que todo el que juegue una partida de "Candy Crush" bajo las sábanas duerma mal. Pero para aquellos que de por sí tengan problemas con el proceso de quedarse dormido o dormir durante varias horas seguidas, utilizar el celular no es lo más aconsejable.

Ingo Fietze, director del Centro de Medicina del Sueño del hospital Charité de Berlín, lo explica de forma sencilla: "Es como con las guardias. Cuando uno duerme mal de por sí, piensa siempre que lo van a llamar de un momento a otro".

TIPO DE LUZ

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Uno de los factores que se menciona siempre es la luz azul de la pantalla. "La luz azul bloquea la secreción de la hormona del sueño, la melatonina, y por tanto el sueño", señala Wiater.

Sin embargo, Fietze es más escéptico, y afirma que no hay estudios definitivos al respecto. Cuán cerca hay que tener el aparato a la nariz para recibir demasiada luz azul es algo que no está claro.

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Por si acaso, existen aplicaciones como "Night Shift" o "Twilight" que filtran los componentes azules de la luz de la pantalla, que aparece en colores anaranjados.

Por lo demás, existen todo tipo de app curiosas. Por ejemplo, hay una de despertador que se llama "Wakie" en la que uno es despertado por un completo extraño, señala Jan-Keno Janssen, de la revista de informática "c't".

A su vez, "Awoken", "Lucid Dreamer" o "Shadow" prometen al usuario un mayor control sobre sus sueños. Otras app que vigilan el sueño informan sobre el comportamiento por la noche, como ronquidos o si la persona habla dormida. Janssen advierte, sin embargo, de que se trata de opciones mucho menos precisas que el hardware desarrollado especialmente para ello o las pruebas del sueño en centros especializados.

RIESGOS POR LA BATERÍA

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Además de los riesgos potenciales, hay algo que puede ser peligroso: la batería. Una y otra vez se publican fotos de pijamas o cojines incendiados. "En los daños por incendio que investigamos, encontramos en la actualidad muchos fuegos que se generan por productos con baterías de litio", afirma Hans-Herrmann Drews, de un instituto que investiga daños y perjuicios.

"La mayoría de los accidentes se producen durante la carga", añade, y pueden agravarse si el teléfono está bajo una manta o una almohada.

El actual caso de Samsung, que tuvo que retirar del mercado su Galaxy Note 7 porque la batería se prendía fuego, es uno de los más graves.

¿Hay que expulsar entonces el smartphone del dormitorio? "Hay situaciones en las que es tranquilizador tenerlo, por ejemplo cuando uno está esperando una comunicación personal y tiene que estar disponible", relativiza Wiater.

La tecnología puede ayudar, a través del modo "No molestar" que tienen tanto Apple como Android y que bloquea notificaciones y llamadas, excepto algunas seleccionadas o el despertador. La configuración de emergencia permite recibir llamadas únicamente cuando una persona llama varias veces en un lapso de pocos minutos.

Wiater cree pese a todo que no hay que tener el smartphone en el dormitorio, salvo excepciones. Y el trabajo no debería ser una de ellas. (I)