Letras heridas, tristes, con una música cruda forman Nevermind, una producción que nació sin grandes pretensiones y se convirtió en el disco más emblemático del grunge, y de sus creadores, la banda estadounidense Nirvana.

Hoy, en el aniversario 25 de su lanzamiento, intentamos explicar el porqué de su éxito.

En los 80, había triunfado la música glam, muy divertida, estridente, pero demasiado “confeccionada”. Socialmente, entre los jóvenes de fines de los 80 e inicios de los 90, había mucha apatía, entre otras cosas, porque un gran porcentaje de ellos formaba parte de hogares rotos.

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Esta juventud estaba ávida de sonidos más duros y letras más honestas. Fue en esos años que empezó a hacerse música de garage, que no era prefabricada, que hoy conocemos como grunge. Nirvana formaba parte del grupo de las bandas de Seattle que hacía este tipo de música y tenía entre sus integrantes un perfecto estereotipo de esa juventud: su cantante Kurt Cobain.

En 1990, Nirvana ya había lanzado Bleach y sus integrantes empezaron a preparar su segundo álbum en San Francisco, pero luego pararon el trabajo y firmaron con la disquera Geffen Records.

Con el mismo productor que habían elegido, Butch Vig, Nevermind, que al principio se llamaba Sheep, fue grabado en Los Ángeles, California, entre mayo y junio de 1991. El encargado de las mezclas fue Andy Wallace, que había trabajado con Slayer, lo que le dio a los temas ese sonido duro pero “muy arreglado”, lo que después se reprocharía Cobain, por haber dejado que pulan tanto los temas.

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Las 13 canciones de Nevermind son como un grito de auxilio de la juventud. Preguntas sin respuesta, clamor por atención, por no sentirse diferentes, el sentimiento de hastío por la sociedad. Aunque en su primer disco la banda ya seguía ese patrón, fue con Nevermind que se hicieron mundialmente conocidos, quizás por la diferencia de sonido con el primero.

¿Quién puede cantar Smell Like Teen Spirit sin gritar? ¿Quién no siente una extraña catarsis al cantar? Es esta la canción más conocida del álbum, podría ser también mejor lograda, pero todos los temas tienen un alto nivel musical y lírico.

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“I'm so happy, because today I have found my friends, they're in my head, I'm so ugly, but that's okay, cause so are you...” (Estoy tan contento, porque hoy he encontrado a mis amigos, están en mi cabeza, soy tan feo, pero está bien, porque también lo eres tu...) canta Kurt Cobain en Lithium, como muestra de la indecisión juvenil de la época. Otra muestra: I don't care , care if its old, I don't mind , if I don't have a mind (No me importa , la atención, me importa si es viejo, no me importa (...) la mente, no tienen una mente), dice en la canción Breed.

Además de las canciones, está la portada de Nevermind, tan icónica como todo lo demás. El diseñador Robert Fisher (encargado de las conocidas campañas de Barack Obama) preparó una sesión de fotos en una piscina, luego de que Kurt Cobain y Dave Grohl le hablaron acerca de un video de partos en el agua que habían visto. Kirt Weddle fue el fotógrafo y semanas despues hizo una sesión similar con el grupo. Finalmente decidieron añadir al diseño un billete, y a pesar de que la discográfica estaba reacia a poner al niño totalmente desnudo, Cobain no cedió y se imprimió así. 

En Estados Unidos se repartieron un poco más de 46.000 copias de Nevermind y a Europa se enviaron 35.000. Cuando la banda fue de gira a ese continente, el disco estaba en el top 40 de Billboard, meses después, ya en 1992, desplazó a Dangerous de Michael Jackson del primer lugar, que había salido a finales de 1991.  Los dos primeros sencillos de Nevermind, Smell Like Teen Spirit y Come As You Are, sonaban constantemente en radio y televisión.

La cantidad de discos que se vendió superó por mucho lo que la disquera planeaba vender. Fue disco de Oro, Platino y Diamante (Diez millones de copias) en su país de origen; similar éxito tuvo en Reino Unido y en todo el mundo; se han lazado Deluxe y Super Deluxe Editions y hasta hay una edición bañada en oro de 24 quilates.

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Aunque algunos críticos de importantes revistas dieron críticas regulares del disco y lo calificaron como demasiado punk rock y con letras divagantes, hoy la revista Rolling Stone, que le dio un 3 sobre 5 cuando salió, lo considera en el puesto 17 de los 500 mejores álbumes de la historia y el mejor disco de los 90.

El éxito mundial de Nevermind, que catapultó a Nirvana a banda de culto, demostró que la música underground podía ser masiva, algo que, naturalmente, iba en contra de los principios de este tipo de bandas, como Nirvana, cuyo líder nunca lidió bien con la popularidad.

La banda grabó In Utero (1993) y el Unplugged (1994), pero dejó de existir luego de la muerte de Kurt Cobain. A pesar de ello y de los años que han pasado, su música sigue estando en boga entre los jóvenes de ayer y los de hoy, que siguen teniendo a Smell Like Teen Spirit como un himno de vida. (E)