La invocación al fuego, la tierra, el aire y el agua como los cuatro elementos de la vida, además de la repartición de la bebida ancestral shawar mishki y un baile autóctono fueron parte del ritual de la celebración del Kuya Raymi (Fiesta de la Fertilidad), que se realizó el miércoles pasado desde el mediodía en la plaza de Llicacama de la comunidad Capillapamba de la parroquia Salasaca, en el cantón Pelileo.

Pedir permiso
Rufino Masaquiza, sabio del pueblo Salasaca, dijo que el ritual es parte de lo que sus ancestros hacían, porque para comenzar con la época de la siembra, cuando la Pachamama (Madre Tierra) entra en el periodo de fertilidad o de fecundidad, se le tenía que pedir perdón para así luego obtener una buena producción. Algo que, argumentó, se lo tiene que hacer con todo respeto, no por curiosidad.

Agregó Masaquiza que a la Pachamama se la compara con la mujer cuando se encuentra en su etapa de fertilidad y que es cuando puede procrear un nuevo ser.

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Añadió que para la cosmovisión indígena la Pachamama significa la propia madre, porque es la que brinda el alimento para que exista la vida, que por esa razón se le tiene que agradecer.

Cuatro festividades
Por su parte, Martha Chango, concejal de Pelileo, recordó que esta es una de las cuatro festividades de los pueblos milenarios y que como parte del Municipio se propuso trabajar en la recuperación de las celebraciones ancestrales, principalmente para que los niños y jóvenes salasacas sigan con estas tradiciones indígenas, que sepan cuáles son las fiestas autóctonas.

Mencionó que el 21 de septiembre es el comienzo del ciclo agrícola, que es cuando se inicia la siembra de los productos que luego servirán para el consumo de la población.

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Además explicó que el Kuya significa el amor y la feminidad, todo lo que es femenino en la naturaleza, como es la luna, la Mama Tungurahua (como se lo conoce al volcán) que para el pueblo indígena representa un rostro femenino y en las mujeres esta fecha es todo lo que es la fertilidad.

Al final se compartió la pampamesa, para la cual todos los comuneros llevaron habas, papas, mellocos, mote, tostado, chochos y el pan elaborado en Salasaca. (I)