Ana Torroja ya no está en Mecano (1981-1992), pero aún entona las canciones que compartió con el grupo español y las más recientes de su etapa como solista, la que inició en 1997. La madrileña, de 56 años, quien aún conserva la energía y belleza de sus comienzos, presentó su concierto en Ecuador tras 15 años de ausencia, en el anexo del Tenis Club de Samborondón, el sábado 17 de septiembre. Fue un espectáculo muy esperado por sus fanáticos. Algunos la siguen desde sus inicios, mientras que otros la descubrieron a través de sus padres.

El grupo de amigas  integrado por Judith Gando, Fabiola Varas y María Dolores Bravo confesaron ser sus seguidoras desde siempre. Por eso llegaron temprano. Varas  tomó precauciones antes de ir al concierto. Ella buscó en su casa sus antiguos cds de Ana Torroja para así  cantar sin confundirse. Su amiga Judith ama momentos como este porque le encanta recordar y reconoce ser una admiradora de la exvocalista de Mecano. Mientras que para María Dolores Bravo las canciones de la artista traen de vuelta a su memoria aquella época en la que se enamoraba al escuchar su música, por la que no le importó esperar al menos unas dos horas.

El show fue abierto por la cantante ucraniana Luchiana Hackman, quien agradeció en varias ocasiones la oportunidad de compartir el mismo escenario de Ana Torroja. Aunque se tenía previsto que la función iniciara a las nueve de la noche, finalmente empezó un poco después de las diez. A esa hora el público aún buscaba sus puestos, lo que se ordenó un poco cuando cerca de las once Torroja apareció en el escenario para cantar La fuerza del destino. En ese momento el público se emocionó y empezó a corear junto a ella sus canciones.

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La artista recordó sus éxitos junto a Mecano como Hoy no me puedo levantar, Cruz de navajas, Los amantes, Mujer contra mujer, Maquillaje, Ay, qué pesado y otros como Corazones que formaron parte de su última gira junto a Miguel Bosé hace 15 años llamada Girados, con ella visitó la última vez Ecuador.  Otro de sus éxitos que también entonó fue Duele el amor, una canción del artista mexicano Aleks Syntek con quien también compartió escenario en el 2004. Estas y algunas de sus canciones como solista están incluidas en su último disco Conexión (2015), que es parte de su actual gira.

Durante el concierto la artista dijo sentirse feliz de regresar al Ecuador y pidió ayuda con un pañuelo, el cual fue entregado por uno de los asistentes junto con unas flores. Después de compartir con el público al menos unas 17 canciones, entre éxitos de Mecano y sus canciones como solista como A contratiempo, la artista se despidió por un momento para luego, a insistencia del público, salir nuevamente al escenario y cantar Hijo de la luna. Era la medianoche y el público al escuchar la canción comenzó a grabarla en sus celulares. La escena se repetía en las distintas mesas del Tenis Club. En ese momento se hallaban de pie Angie López, de 22 años, y David Molina, de 37 años,  ambos colaboradores del Tenis Club. Ellos estaban en su turno de trabajo. Eso no fue un impedimento para disfrutar la buena música de Ana Torroja.

López sabía muy poco de la cantante, pero tenía muy claro que le encantaba su voz. A diferencia de su compañera, Molina conocía todo acerca de la española. Desde sus inicios como vocalista en Mecano hasta su etapa de solista. “Para mí es una experiencia única. No sé cuándo volvamos a verla y a escuchar música de esta categoría”, expresó convencido.

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Y Ana Torroja siguió cantando entre agradecimientos hacia el público de Ecuador y los "Te amo, Ana" que gritaban sus fanáticos. (E)