Por Gourman

Hace un año escribía en esta columna sobre dos restaurantes chinos que merecen especial atención: el Hong Kong Deli y el Queen’s Dim Sing. Este último ha desarrollado una carta tan particular que es importante dedicarle ahora un espacio mayor.

De la crítica anterior quisiera recordar una de las razones que contribuyeron a que la gastronomía china se desarrolle como una de las más –si no la más– variadas del mundo. Uno de los emperadores de la dinastía Qing exigía a su chef preparar más de cien platos distintos en sus comidas diarias, iniciándose así la fama de los legendarios banquetes imperiales.

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El emperador decidía entonces al azar cuáles comería; pero si reconocía una receta que hubiera probado con anterioridad, decapitaba a su cocinero. Así, la vida de este profesional dependía de su creatividad, memoria y talento.

El Queen’s Dim Sing, ubicado frente a la iglesia Santa Gema, en la ciudadela Bolivariana mz. K, villa 13, tiene una muy extensa carta.

Algunos de sus platos son dignos de mencionar, como el arroz crocante, que consiste en un cocido muy caldoso de vegetales, hongos y pollo, que sumamente caliente es vertido sobre una cama de galletas de arroz crocante. Las texturas en este plato son un deleite.

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Sin embargo, hay en este menú algo único en Guayaquil, y quizá en el país. Me refiero a una variedad de 33 Dim Sung distintos, plato que a mi criterio es una de las mejores amalgamas de carnes y vegetales que gastronomía alguna tiene.

Es un platillo de origen cantonés, en sus inicios consumido mayormente en el desayuno, extendido hoy en muchos países de Asia, y comido en todas las ocasiones. Encapsula proteínas y vegetales en una masa de arroz delicadamente cocida al vapor, siendo el equivalente oriental de las tapas españolas, un placer para el paladar debido a la experiencia de múltiples sabores en un solo bocado.

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En el restaurante en mención, este platillo en todas sus variedades lo preparan con una calidad comparable a cualquier restaurante de buen nivel en Asia. De los 33, en la tabla podrán encontrar los que resultan mis favoritos.

Algunos de ellos no se deben partir, puesto que tienen caldo dentro de la masa de arroz, sobre todo el Siu Lon Pao. Debe comerse entero.

El Dim Sung se lo puede maridar con té, sake, vino blanco o cerveza. Por favor, no lo haga con jugo o cola. Las bebidas azucaradas no deben mezclarse con la comida, pues destruirán su gusto.

Otra de las especialidades del lugar son las sopas. Recomiendo la de tofu picante. La mejora en la que el restaurante podría trabajar es en el servicio. La cantidad de personal, dos para una docena de mesas, debe aumentar. Pero más importante aún es la actitud de servicio y la atención. Los precios son excelentes para la gran calidad de la comida. Un opíparo almuerzo o cena, con maridaje incluido, costará como máximo 25 dólares por persona. (O)

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