El iPhone 7 empezó a comercializarse este viernes en todo el mundo, empezando por Asia, donde se formaron largas colas antes de la apertura de las tiendas aunque muchas personas se quedaron sin poder comprar el nuevo teléfono de Apple.

El nuevo modelo, con dos versiones (iPhone 7 y iPhone 7 Plus) tiene mejores capacidades en foto y en video, mayor resistencia al agua, mayor capacidad en la batería y, a diferencia de sus predecesores, no tiene la entrada de 3,5 mm para conectar unos auriculares, una decisión que ha levantado mucho debate desde que se presentó el 7 de septiembre.

Las acciones de Apple subieron un 3,4% el jueves, hasta 115,56 dólares, signo de la confianza en el éxito del nuevo modelo, que ya se agotó en las preventas, algo que algunos analistas consideran una estrategia deliberada de la marca.

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“Probablemente están limitando a propósito el nivel de existencias, o al menos lo mantienen inferior a la demanda, para evitar el exceso de suministro de años anteriores,” explica Matthew Kanterman, un analista de Bloomberg Intelligence.

El precio del iPhone variará en los 25 países donde será puesto a la venta este viernes pero en Estados Unidos costará 640 dólares (sin incluir impuestos) y en Francia 769 euros. (I)