Estados Unidos anunció ayer el retiro de un millón de teléfonos inteligentes del modelo Galaxy Note 7 de Samsung comprados antes del 15 de septiembre, porque presentan riesgos de explosión, sumándose otras naciones en tomar tal decisión.

La Comisión de Protección de los Consumidores (CPSC) estadounidense precisa que 92 incidentes fueron registrados hasta la fecha en el país, 26 de los cuales por explosiones que provocaron heridas físicas.

En Corea del Sur se informó del retiro del mercado de 2,5 millones de teléfonos del modelo en cuestión y se señaló que el incendio y explosión fue motivado por sutiles problemas de fabricación.

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Samsung confirmó que hubo decenas de casos en los que las baterías del Note 7 se prendieron fuego o explotaron, casi siempre mientras se estaban cargando.

Anunció que actualizará el software que impedirá que las baterías se carguen más del 60% para reducir el riesgo de que se recalienten. Pero recomienda a la gente que apague los teléfonos hasta que sean reemplazados, a partir del 19 de septiembre próximo, según la agencia AP. (I)