Guayaquil cobró un significado distinto para María Belén Cedeño, actual reina de la ciudad. Mañana, por la noche, entregará el título que la llevó, asegura, a redescubrir a su gente, los barrios, sus necesidades, e incluso a ella misma.

“Te quedas con esa sed de servir, ser reina de Guayaquil es realmente una vocación y yo he encontrado mi manera de ser feliz durante este tiempo, que lo he dedicado exclusivamente a servir a mi ciudad”, expresa Cedeño, quien acaba de retomar sus estudios de Comunicación Social en la Universidad Casa Grande.

Su gestión, indica, arrancó en diciembre del 2015, cuando realizó varios festejos navideños, encuentros en los que visitó zonas de Guayaquil, en las que nunca había estado.

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“Este mes (diciembre) lo marcó mucho cuando asistí a la Cordillera del Cóndor, un sector popular de Guayaquil, y los niños me esperaban, no sabían que iba a entregar juguetes, me parece increíble que se emocionaran tanto”, recuerda.

Su gestión social también se marcó por etapas. Durante enero, febrero y marzo comenzó con su campaña contra el abuso sexual infantil ‘Hagamos ruido’, en la cual contó con la colaboración de quince artistas nacionales, para un show en el malecón Simón Bolívar, para presentar su iniciativa.

Durante su entrevista con este Diario, también se autodenominó como una ‘reina caminante’, debido a los múltiples sitios a los que llegó con sus campañas, visitas y obras, en beneficio de la ciudadanía. (I)