“Un concierto realmente único ofreció Roberto Viera como ejecutante, arreglista y director musical de una “Big Band” con pistas todas grabadas de sí mismo, ejecutando todos los instrumentos, que él denomina mi banda japonesa “Yo toco tohito”.

Y así este músico histórico, auténtico “Music Man” completo, ofreció un recital denominado Jazzilbrass, en la sala Zaruma del Sánchez Aguilar mezclando jazz vocal y música brasilera, su favorita de siempre.

Arrancó con un jazz muy rápido, digitando su guitarra con ritmo y melodía, acompañado de su propia pista de piano, de fabuloso efecto y cantando I love being here with you con su característica voz nasal muy apropiada para el género.

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En Orozimbo y Rosicler adornó la melodía con ritmo de samba, provocando aplausos fervorosos en el público, y ensayó algo de scat. Surreptitions fue un jazz semiabstracto, instrumental con Viera mostrando su rapidez al digitar y llegando al público.

Mack the Knife, popularizado por Bobby Darin, cantado en forma pausada, lo convirtió en un jazz swing con instrumentos de viento grabados de sí mismo, en especial una trompeta espectacular, llegando a un final tremendista.

Corcovado, emblemático de Brasil, fue cantado en portugués con la vocalización amortiguada apropiada, una especialidad de Viera.

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Blue Rondo a la Turk, del maestro Dave Brubeck, empezó como un extraño jazz progresivo, seguido de un swing-jazz bellísimo, luego rock and roll para finalizar en un swing muy rápido, toda una verdadera creación de este “One man show”, que es Roberto Viera.

Romántico y sentimental, Roberto dedicó Boy in Love canción de amor lenta, a su esposa, cantando en inglés bien pronunciando, tocado el xiláfono (Marimba-Eléctrica) en pistas para sorprendernos una vez más.

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Daddy-O, de Joyce Cooling, nos dio aquella fusión de jazz y samba anunciada en su versión más pura, con Viera en demostración de guitarrista excelso, recorriendo el diapasón en su totalidad.

Cuando, cuando, de Tony Remis, al igual que Fly me to the moon ostentaron gran orquestación en pistas todas tocadas por Viera y el canto nasal, redondeando una interpretación espectacular que enfervorizó al público que se puso de pie.

Love for sale, emblemático del jazz vocal, finalmente mostró arreglos de un latin jazz explosivo que Cole Porter, el autor nunca hubiera imaginado, totalmente irreconocible que confirma al “Music Man” que “toca y recompone tohito”. Un show espectacular sin duda. (O)