Cómo superar la dependencia y ser feliz. De eso se trata la charla-conferencia que ofrecerá Ramón Torres, el psicólogo uruguayo que ha hecho de sus redes sociales un amplio consultorio digital. En Facebook suma 6’317.038 seguidores y en YouTube su cuenta /Ramón Torres tiene más de 20.000 suscriptores, igual promedio de visualizaciones de sus videos.

La dependencia es un trastorno de la personalidad que implica que un ser humano no encuentra la felicidad en él mismo sino que esta va a venir de otra persona o de bienes materiales, explica el profesional experto en relaciones de pareja y que por segunda vez visita el país en este año. Ayer (sábado) ofreció un taller en Quito y hoy, de 16:00 a 18:00, lo dictará en Guayaquil, en el Teatro Las Cámaras, ubicado en la av. Francisco de Orellana.

Una de las cosas graves de la dependencia es que crea patrones familiares, por ejemplo, cuando los hijos ven que papá o mamá solo son dichosos cuando el otro “se porta bien”.

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Los padres podemos contarle a los hijos nuestra vida sin exigirles que vivan igual. Nunca valen las amenazas ni las prohibiciones, se les dice ‘yo hice eso y no me fue bien.

¿Y cuándo se rompen esos patrones? “Cuando yo empiezo a reflexionar, por ejemplo, hay gente que dice ‘yo odiaba cómo me trataban mis padres’, y con el paso del tiempo... cuando tienen hijos, repiten el proceso hasta que se dan cuenta de que están destruyendo su autoestima de la misma manera que sus padres destruyeron la suya, pero tiene que haber un detonante, puede ser una charla, un libro o un reportaje”.

El trato con los hijos, según Torres, debe ser de compartir experiencias, no de amenazas y órdenes. Se refiere a la adolescencia y la juventud. Asegura que el hijo escuchará más a un padre que le cuenta que le fue mal haciendo tal o cual cosa que cuando le prohíbe hacer algo. ¿Y la autoridad que defienden los padres? hasta los 8 o 10 años se les puede dar órdenes, luego se debe desarrollar la capacidad de razonar, comenta, y por ello, aconseja: “Mientras más vayan creciendo, más sirven el diálogo y la reflexión”. (I)