Un auditorio lleno e invadido de gafas de realidad virtual fue el escenario del último lanzamiento de la marca coreana Samsung. Nueva York fue el epicentro de la presentación en sociedad del último hijo de la familia Galaxy, el Note 7.

Este phablet (categoría intermedia entre teléfono y tablet) es una escala en la que Samsung lleva años trabajando. “El Galaxy Note 7 combina la productividad y el entretenimiento, con características sólidas de seguridad. Impulsando un ecosistema robusto es el dispositivo ideal para aquellos que quieren lograr más en la vida”, dijo DJ Koh, presidente del Negocio de Comunicaciones Móviles, de Samsung.

El Galaxy Note 7 presenta una pantalla curvada QHD Super AMOLED de 5,7 pulgadas entregando un retrato intenso e inmersivo en un teléfono inteligente. Está listo para transmitir video HDR, experiencia similar al cine incluyendo colores brillantes y un negro más profundo. Posee un S-Pen (pluma) mejorado y es resistente al agua y al polvo.

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El dispositivo integra un procesador Snapdragon 820 de cuatro núcleos o Exynos 8890 de ocho núcleos, 4GB de RAM, cámara trasera de 12 megapíxeles con apertura de f/1.7 y la cámara frontal de 5 megapíxeles, como la de los Samsung Galaxy S7 y Galaxy S7 Edge.

La batería es de 3,500mAh y tiene 64 GB de almacenamiento interno. Este puede expandirse hasta 256 GB. Incorpora el nuevo puerto USB-C, pero incluirá un adaptador para micro USB, estándar que usan las versiones anteriores. (I)