El pasado domingo, Ángela María Cuzme Pinargote, llegó a Chone desde Río Grande de la parroquia Canuto. Ella lleva 12 años consecutivos asistiendo a la procesión con la imagen del Señor de la Buena Esperanza, que se realiza el último domingo de julio de cada año.

Como ella miles de fieles católicos llegan desde diferentes sectores del país para ser parte del recorrido como acto de fe y agradecimiento.

Este año las celebraciones se realizaron en la explanada del parque Sucre, ya que parte de la infraestructura de la iglesia está en proceso de reconstrucción porque fue afectada con el terremoto del pasado 16 de abril. Desde esa fecha las misas y todos los actos litúrgicos se realizan fuera de la misma.

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Como cada año –una vez concluida la novena– se desarrolló la procesión. La imagen, cargada en hombros, partió desde la explanada de la iglesia San Cayetano y cubrió las calles Sucre, 7 de Agosto, Colón, Raymundo Aveiga, Carlos Alberto Aray, Oriente, 14 de Agosto, Galápagos, Juan Montalvo y Bolívar, hasta la explanada de la iglesia San Cayetano.

Para muchos, se trata de una de las actividades que más mueve el comercio, ya que llegan miles de familias de otras ciudades e incluso del extranjero.

El párroco de la iglesia San Cayetano, Vicente Saetero, explicó que la imagen del Señor de la Buena Esperanza es venerada desde 1880 en la iglesia de San Agustín en Quito y desde 1960 llegó a Chone una delegación de padres Agustinos que la trajeron consigo y pasó a ser el santo que se ganó la fe y devoción de los chonenses. (F)