Los poné tsáchilas –shamanes o sanadores de este pueblo ancestral– utilizan diversas bebidas en sus rituales. Estas son elaboradas con raíces, hojas y tallos de las plantas medicinales que tienen en sus bosques.

Una de ellas es la shu tenka, en t’safiki (idioma de los tsáchilas conocido como tsafiqui), que en castellano significa corazón de piedra y que es utilizada para levantar las energías y evitar decaimientos en la salud y el ánimo.

En cada centro cultural tsáchila existen ponés que se dedican a practicar la medicina ancestral y a sanar el espíritu. Lo hacen con plantas nativas, como el centro Aldea Colorada, en la comuna Peripa, cerca de la parroquia Puerto Limón. Allí hay sembríos de plantas y vegetales que sirven a los sanadores para sus ceremonias.

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La preparación del shu tenka toma tres días y está a cargo de un anciano y una mujer a la que llaman en t’safiki, uru sona, que significa doncella. Ambos deben recoger con un machete a las 06:00 raíces, tallos y hojas, cuidando que las plantas no se maltraten y continúen vivas.

Los nombres de las plantas son guardados con sigilo, comentó Ricardo Calazacón, presidente del Centro Cultural, ya que personas ajenas a este pueblo han intentado copiar la composición y comercializarla, pero sin resultados positivos.

“Nos copian nuestras recetas ancestrales y luego hacen negocios, por eso somos cuidadosos en dar a conocer a las plantas”, dijo Calazacón.

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El nombre corazón de piedra, agregó, se debe a que en el proceso para obtener la sustancia se colocan 12 piedras, consideradas sagradas, que pertenecen a los ríos que están en su territorio tsáchila.

Los poné son los primeros en probar la bebida, quienes se someten a una dieta específica de alimentos, mientras se elabora el potaje que tiene apariencia de té verde. Además, consumen ayahuasca para preparar su espíritu, lo que les permite visualizar y canalizar sus energías en cada ritual, explicó Roberto Calazacón, sanador que vive en la comuna Peripa.

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“Esta bebida es muy importante para nuestros rituales, ayuda a evitar el decaimiento y a que se vayan las malas vibraciones que obstaculizan a las personas”, contó Calazacón.

Para beberla, los poné y quienes buscan un alivio, lo hacen en un cuenco especial, que ha recibido bendiciones de los ancestros y que ha sido colocado en un altar. Este recipiente debe ser hecho de la semilla del árbol cresentia, que se conoce como mate, dijo el sanador.(F)

15
Minutos toma llegar de Sto. Domingo a Peripa.

 

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