Con la mirada fija en su hoja papel bond, Roy, un niño de 9 años, conversa sobre lo emocionado que se siente al dibujar a Juan Pueblo. “Es una caricatura representativa de mi ciudad y me gusta colorearla”, comenta, mientras se limpia las manos, embarradas de pintura negra, en su camiseta.

Coge un poco de color verde con su pincel para pintar los árboles y concluir lo que él considera su obra de arte en el concurso de pintura infantil organizado ayer en la Casa del Artista Plástico como parte de las actividades culturales por las fiestas de Guayaquil.

En la mesa del jurado se encuentra Alfonso Uzhca, presidente de la Asociación Cultural de Artistas Plásticos de Las Peñas, observando a sus participantes. Para Uzhca la pintura, como el arte en general, ayuda al niño a sensibilizarse con el mundo en el que vive. “Mientras más ocupado se tiene al pequeño creando, menos tiempo habrá para que se distraiga en cosas dañinas”, asegura.

Publicidad

Al mismo tiempo, pero en el piso dos de la Casa de la Cultura, núcleo del Guayas (CCNG), está Camila con su padre leyendo un cuento sobre El nuevo amigo de Franklin de la escritora Paulette Bourgeois.

“Me desperté temprano, me cepillé los dientes y vine a que me cuenten sobre el lobo feroz”, dice la infante, dejando notar la emoción en la voz.

Se levanta del piso y corre al pasillo donde se une a otros niños para jugar a la carrera de la cuchara y el huevo. Participa y en medio camino deja caer la cuchara de la boca. “No importa, lo volveremos a intentar”, le dice Gloria Matil, voluntaria de la CCNG, quien todos los sábados acude al encuentro con los más pequeños para leerles cuentos.

Publicidad

“Este tipo de reuniones unen más a hijos y padres, que bonito que sea desde la cultura”, agrega con una sonrisa.

Con la misma expresión Stephanie Apolo, una de las fundadoras de Dadaif Cartonera, habla sobre las actividades lúdicas para niños que se llevan a cabo en el Museo Antropológico de Arte Contemporáneo (MAAC), durante todo julio.

Publicidad

Estas, consisten en la vinculación del infante con el entorno artístico desde lo simple. “Se arma un papelógrafo, se pone alguna frase y ellos van creando una historia a partir de ello”, dice Apolo cortando palabras de una revista de moda.

Al concluir se le acerca Doménica, una niña de 7 años que aprieta su libro favorito. “Voy a leer a Gustavo y los miedos” grita alzando el libro cuya autoría es de Ricardo Alcántara.

Dentro de esta actividad, desarrollada en el MAAC cada sábado de 11:00 a 13:00, los infantes también pueden hacer un trueque de libros.

Estas son algunas de las actividades culturales para los pequeños del hogar que se realizan por las fiestas de la ciudad, donde niños como Roy, Camila y Doménica pueden descubrir talentos ocultos y divertirse leyendo un libro. (I)

Publicidad