Iglesias católicas, grupos apostólicos se suman a la cadena de oración por la profanación de la Eucaristía en el Santuario del Cajas, ubicado en el kilómetro 24 de la vía Cuenca-Molleturo.

En las iglesias de Guayaquil ya se cumplen estas cadenas de oración. El pasado martes, por ejemplo, en la reunión de padres de familia de la catequesis de la iglesia de Czestochowa, en el norte de la ciudad, el sacerdote hizo tres minutos de oración. Informó sobre el robo que se registró el lunes pasado en el Santuario del Cajas y pidió rezar por el perdón de los profanadores.

Mediante un comunicado de prensa el padre Rigoberto Jara, secretario canciller de la Arquidiócesis de Cuenca, pidió a los sacerdotes, párrocos, díaconos, rectores de santuarios y de unidades educativas católicas, organismos eclesiales y fieles en general de la Arquidiócesis de Cuenca a que se unan a la cadena de oraciones a través de la santa eucaristía, el santo rosario y otras iniciativas adecuadas en desagravio por la profanación perpetrada en este santuario.

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Jara explica que el robo en este templo fue el lunes pasado, por parte de personas inescrupulosas que habían forzado las cerraduras de la capilla de madera y se sustrajeron copones, rosarios, la campana grande, equipos de amplificación y los parlantes.

Agrega que en una segunda ocasión se violentó también el Sagrario, donde se colocan las hostias consagradas para el momento de la comunión en la eucaristía, considerado como lo más sagrado para los católicos, pues simboliza al cuerpo y la sangre de Cristo.

La curia cuencana desconoce el monto de lo que se sustrajeron, pero Jara aclara que a más del costo material, lo que ese hecho representa para el pueblo cristiano es incuantificable.

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Según Jara, el conserje del lugar abrió antes de las 07:00 la capilla y no hubo hostias en el piso, pero ya se notó la falta de los artículos sustraídos, por lo que se presume que el robo fue en las primeras horas de la madrugada y la profanación en la mañana.

El martes pasado, la Policía Judicial receptó versiones de encargados de la guardianía y de los dueños de negocios de alimentos y artículos religiosos. Uno de los datos fue que, el jueves pasado, se encontraron dos alcancías en el sector conocido como el Jardín de la Virgen, de donde se llevaron las limosnas de los feligreses. (I)

Al parecer, el móvil de este acto muy lamentable ha sido el robo, pues no hay ningún signo de otro tipo de irrespeto a las imágenes religiosas de Jesús, María y los ángeles (...).Rigoberto Jara, padre de Cuenca