Millones se enteraron por primera vez del Holocausto gracias al premio nobel de la paz Elie Wiesel, quien comenzó a publicar sus libros en la década de los cincuenta, una época en la que los recuerdos de las atrocidades nazis estaban muy crudos y eran reprimidos.

Wiesel, quien falleció el pasado sábado, compartió la terrible historia de su reclusión como adolescente en Auschwitz con su autobiografía La noche, uno de los libros más leídos y comentados en el siglo XX.

El Holocausto ocurrió hace más de 70 años y quedan pocos autores de ese tiempo. Otro premio nobel y sobreviviente de esa tragedia, el húngaro Imre Kertesz, murió a principios de año. Al igual que Wiesel, tenía 87 años.

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Mientras en su funeral el rabino Perry Berkowitz y otros expresaron preocupación de que se olviden las lecciones del Holocausto, algunos destacaron que Wiesel mismo trabajó para que los recuerdos de ese negro episodio de la humanidad perduraran.

Sara Bloomfield, directora del Museo Estadounidense Conmemorativo del Holocausto en Washington, D.C., dijo que gracias a él fue posible concretar organizaciones como la de ella. “La noche puso los recuerdos personales de Elie Wiesel en nuestra conciencia personal y terminó generando un movimiento global del recuerdo que es muy imprescindible en la actualidad”, declaró la funcionaria.

Los parientes y amigos de Wiesel compartieron el domingo (en su funeral) las vivencias personales que tuvieron con el autor. Ronald Lauder, presidente del Congreso Judío Mundial, recordó haber visitado Auschwitz con él en la década de los ochenta y le impactó que la reacción de Wiesel no fue de odio, sino de “gran tristeza”.

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Nacido el 30 de septiembre de 1928 en Sighetu, actual Rumania, entonces Transilvania, Wiesel fue deportado al campo de concentración nazi de Auschwitz-Birkenau, en Polonia, a los 15 años de edad.

Wiesel trabajó toda su vida por cumplir la promesa que se hizo al terminar la guerra de ayudar a los perseguidos en cualquier lugar del mundo. Este compromiso lo hizo ponerse al servicio de causas diversas desde el genocidio armenio hasta los crímenes de Darfur. (I)

Fue portador de un mensaje universal, llevó el dolor judío, el mensaje de la tragedia judía al mundo, pero lo llevó mucho más allá. Defendió al pueblo de Ruanda, a los yugoslavos.Abraham Foxman, exdirector nacional de la Liga Contra la Difamación