Una placa en honor al escritor Jorge Luis Borges será descubierta hoy en Buenos Aires, Argentina, al cumplirse hoy los 30 años de su fallecimiento.

En el sitio www.fundacionborges.com.ar indica que el jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, y el ministro de Cultura, Darío Lopérfido, descubrirán una placa en su honor en la Fundación Internacional que lleva su nombre, en la calle Anchorena 1660.

De acuerdo al sitio www.elpatagonico.com allí fue donde Borges escribió Las ruinas circulares y donde se encuentran, además, su biblioteca, las primeras ediciones de sus libros y algunos manuscritos; su colección de bastones, cuadros, talismanes, premios, condecoraciones y diplomas.

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Borges nació en Buenos Aires, el 24 de agosto de 1899. Su padre fue Jorge Guillermo Borges, abogado y profesor de Psicología, y su madre, la uruguaya Leonor Acevedo Suárez, una mujer culta y de fina sensibilidad, descendiente de precursores de la independencia argentina, según señalan en la página de la fundación.

En 1912 publicó El rey de la selva, su primer cuento.

En el portal www.rtve.es indican que el bonaerense residió en el arrabal de Palermo hasta la marcha de su familia en 1914 a Ginebra (Suiza), donde su padre buscaba tratamiento para una ceguera progresiva que había forzado su retiro.

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Señalan que hasta los 11 años no fue a la escuela:  recibió instrucción bilingüe en español e inglés en su propia casa, a manos de una institutriz inglesa y de su abuela paterna. Era un niño enfermizo y frágil, amante de la soledad.

En la misma página subrayan que en 1923 vio la luz  Fervor de Buenos Aires, su primera colección de poesía, a la que siguieron en 1925  Luna de enfrente  e  inquisiciones  y en 1930 el ensayo  Evaristo Carriego. 

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Según la página terra.com, desde pequeño mostró singular talento, pues cuentan que a los 4 años ya sabía leer y escribir, antes de los 10 años ya había escrito su primer relato y traducido al castellano El príncipe feliz, de Oscar Wilde.

El escritor no llegó a recibir el Premio Nobel, pese a merecerlo, según publicaciones por sus implicaciones y comentarios políticos. (I)