En Guayaquil, caminata en honor a beata Mercedes de Jesús Molina

“Enséñanos a amar /Mercedes de Jesús/ al pobre nuestro hermano/ como lo amaste tú”, era el estribillo que se escuchaba al final de cada estación de los misterios gloriosos que se rezaron en la procesión en honor a la beata Mercedes de Jesús Molina, patrona de la iglesia del mismo nombre, en Samanes V, en el norte de la ciudad.

La romería se realizó la noche del sábado para conmemorar los 133 años de la muerte de la beata. Medio centenar de feligreses participó en la caminata que salió desde la ciudadela Polaris, a las 18:00, y llegó hasta la iglesia también conocida como de la Cruz del Papa (por la visita de Juan Pablo II en 1985), a las 19:15.

“Ya la queremos santa, todavía es beata. Quien la hizo beata (papa Juan Pablo II) ya está en los altares, nos falta ella. Así que con esta procesión y todo nuestro amor esperamos que este año sea la canonización”, expresó Vicente Villamar, fiel que lleva 30 años participando en la procesión.

Y con él coincidió Narcisa López, del grupo pastoral de la parroquia Beata Mercedes de Jesús Molina. “Ya queremos que sea santa, rezamos por eso”, citó la mujer.

Los fieles caminaron a lo largo de la avenida Isidro Ayora siguiendo el rezo dirigido por sor Olga Zambrano, religiosa de la congregación de Santa Marianita de Jesús.

El acompañamiento musical con piano estuvo a cargo de Marieta, una joven no vidente que vive en la casa de acogida que dirige Zambrano, junto a la iglesia. Ambas se trasladaron en una camioneta que iba adelante de los caminantes.

La banda Virgen del Cisne, del sector de García Goyena y Abel Castillo también amenizó el recorrido con melodías del saxofón y trompetas.

José Herrera y Aldo Benítez fueron dos de los cuatro feligreses que cargaron el anda con la imagen de la beata.

“Es la primera vez que tengo la oportunidad de llevar a la beata. Vengo a agradecer por todo lo bueno, por mi familia”, señaló Benítez.

A la llegada de la procesión a la iglesia, los bolivarenses David Quintana y José Castillo detonaron fuegos artificiales. Ya en el templo se celebró una misa solemne. Ayer en la mañana estaba prevista otra homilía presidida por el arzobispo de Guayaquil, monseñor Luis Cabrera. (I)