Le tomó décadas, pero el actor John Schneider, más conocido por su papel de Bo Duke en la serie de TV 'Los Dukes de Hazzard' (Los duques del peligro), finalmente está haciendo lo que siempre quiso: producir películas.

El actor abrió hace dos años los John Schneider Studios en Holden, Louisiana, entre New Orleans y Baton Rouge, y está celebrando el reciente estreno de su comedia de terror "Smothered", allí rodada.

Pero le costó años llegar a este punto y la Madre Naturaleza casi acaba con su sueño cuando una enorme inundación a principios de año cubrió las casi 23,5 hectáreas (58 acres) del terreno y dejó miles de casas en el área bajo el agua.

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"Fue horrible no estar ahí", expresó. "Sentí impotencia al no poder hacer nada al respecto".

Schneider dijo que se considera un cineasta desde los 12 años de edad y que desde temprano supo que quería trabajar en la industria.

"Yo era el chico con la (cámara) Súper 8 y la cinta de empalme en Mount Kisco, Nueva York", dijo. "Creo que cuando uno establece contacto con su propio diseño, uno sabe. Uno sabe cuando es joven, pero entonces los adultos tratan de convencerlo a uno de no ir detrás de sus sueños".

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Ahora, a los 56 años, Schneider dijo que puede recordar que cuando iba al cine en el fondo sabía que estaba en el "asiento equivocado". "Decía, 'debería estar ahí, no aquí''', expresó.

Schneider se dedicó a la actuación y tuvo una carrera exitosa en ese campo. También tuvo oportunidad de satisfacer sus deseos de escribir y dirigir a través de "Los Dukes de Hazzard", que se transmitió de 1979 a 1985 (en Ecuador se transmitió durante toda la década de 1980). En 1980 dejó además una marca en la música country, con una serie de éxitos No. 1 y la producción de otros artistas.

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"Pero seguía contando las historias de otros", señaló. "Ese niño interior de 8 años seguía tirando de mí y lo hizo por décadas, hasta ahora", contó.

John Schneider Studios, cuyo extenso terreno incluye un pantano y un bosque de bambú acurrucado junto al río Tickfaw, es su modo de acceder a esa lucha interna.

"Este es un refugio para cineastas independientes", dijo Schneider del estudio. "Pueden quedarse aquí, traer su guion, filmar su película y nadar en la piscina mientras es editada. Si eres una persona narrativa, te gustará este espacio. Es un lugar donde puedes soñar y realizar tus sueños al mismo tiempo".

Schneider dijo que reconoció el valor de tener un estudio cuando empezó a trabajar con Tyler Perry en el programa de TV "The Haves and Have Nots".

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Así que compró el terreno cercado que una vez albergó el campamento Singing Waters en las décadas de 1940 y 1950 y que llegó a ser propiedad de James McCarroll, uno de los primeros colonos del área. Hay dos casas en la propiedad: su madre vive en una y la otra, con cada pared externa pintada de otro color para dar la ilusión de que son entradas a casas diferentes, es el centro de operaciones del estudio. Incluye una sala de proyección y un área para mezcla de sonido y edición.

También está la piscina, un campo de béisbol cubierto de arena debido a la inundación, estudios de sonido y otros edificios que pueden usarse como platós o telones de fondo. Además, el estudio ofrece ayuda con corporaciones de montaje o para aprovechar los créditos tributarios que el estado ofrece.

Tras la inundación ocurrida a mediados de marzo, Schneider y un grupo de voluntarios ayudaron a limpiar el lugar y a salvar fotografías, incluyendo algunas suyas con el ícono de la música country Johnny Cash, así como mesas, equipos de edición y otros artículos afectados.

Hasta ahora, siete películas se han rodado en el estudio desde que compró la propiedad, tres de ellas escritas y dirigidas por él.

"No hay límites en cuanto a lo que uno pude filmar acá, excepto por rascacielos, y para eso podemos ir a Baton Rouge", dijo Schneider. "Tenemos todo lo que uno pueda querer de Louisiana en un solo lugar".  (E)