En la Basílica de San Juan de Letrán se efectuó ayer la celebración por la solemnidad del Corpus Christi que fue presidida por el papa Francisco, quien invitó a los feligreses a seguir el ejemplo de los santos y santas que se han dejado ‘partir’ a sí mismos, sus propias vidas, para alimentar a los hermanos”.

Desde el atrio de la Basílica romana Francisco expresó que “cuántas madres, cuántos papás, junto con el pan de cada día, cortado en la mesa de casa, se parten el pecho para criar a sus hijos, y criarlos bien. Cuántos cristianos, en cuanto ciudadanos responsables, se han desvivido para defender la dignidad de todos, especialmente de los más pobres, marginados y discriminados”.

Aseguró, ante los miles de fieles que asistieron a esta celebración que se efectúa cada año, que estas personas (padres, madres, cristianos, pobres...), junto con los santos, encontraron en la eucaristía “para hacer todo esto”.

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Según el portal de Aciprensa el santo padre centró su homilía en el pasaje de la Primera Carta de San Pablo a los Corintios, donde el apóstol se refirió dos veces al mandato de Cristo de “haced esto en memoria mía”, con el cual instituyó la eucaristía.

Francisco recordó que el Señor “manda repetir el gesto con el que instituyó el memorial de su Pascua, por el que nos dio su cuerpo y su sangre” y así, a lo largo de los siglos, este “ha llegado hasta nosotros”.

Además, recordó que en otras ocasiones Jesús también había pedido a sus discípulos que hicieran lo que él tenía claro en su espíritu, en obediencia a la voluntad del Padre, como ocurrió en el milagro de la multiplicación de los panes y peces, ante muchas personas cansadas y con hambre.

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Francisco explicó que este milagro no era solo para saciar el hambre de un día, “sino que es un signo de lo que Cristo está dispuesto a hacer para la salvación de toda la humanidad ofreciendo su carne y su sangre”.

“Sin embargo, hay que pasar siempre a través de esos dos pequeños gestos: ofrecer los pocos panes y peces que tenemos; recibir de manos de Jesús el pan partido y distribuirlo a todos”, manifestó Francisco.

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Antes de concluir su homilía, el santo padre exhortó que el gesto de la procesión eucarística es un gesto para hacer memoria de él, “ un gesto para dar de comer a la muchedumbre actual como signo del amor de Cristo por esta ciudad y por el mundo entero”.

Al terminar la misa se inició la procesión hacia la Basílica de Santa María la Mayor. (I)

Así como Jesús se ha dejado partir por nosotros, el Señor también pide que nos dejemos partir por los demás. Partir el pan se ha convertido en el ícono, en el signo de identidad de Cristo y de los cristianos.Papa Francisco