Un proyecto que se inició hace diez años, hoy se ve cristalizado en un libro. En él se recogen las experiencias y resultados obtenidos de varias residencias artísticas desarrolladas en poblaciones costeras del país.

Franja Arte Comunidad Aprofe es como se titula este texto, que nació de una propuesta de la artista guayaquileña Larissa Marangoni. La idea –según escribe la gestora del proyecto en el libro– nació de la interrogante de cómo ella desde su posición artística y administrativa (actualmente está en la dirección de Aprofe) podría aportar al desarrollo comunitario.

Entonces decidió emprender un proyecto denominado Franja Arte Comunidad, en el que se incluían residencias artísticas. El plan es promovido por la organización Solo con Natura.

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En las comunidades que se intervinieron, los artistas, productores culturales y comuneros tuvieron la oportunidad de intercambiar conocimientos y así generar diversos subproyectos que integraran no solo el arte y la cultura, sino también la salud, el medioambiente y el desarrollo económico.

Puerto El Morro, la isla Santay, Limoncito, entre otros, fueron los lugares que recibieron a los artistas. Estos emprendieron diversas capacitaciones, entre ellas, la elaboración de piezas en cerámica, cómo utilizar la radio y cómo hacer programas radiales, confección de ropa para quienes recogen cangrejos, entre otros.

En Franja Arte Comunidad Aprofe se explican todos estos procesos artísticos y sociales desarrollados en esas comunidades del Litoral ecuatoriano. En la publicación se utiliza un lenguaje sencillo, en idiomas español e inglés.

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La edición del libro estuvo a cargo del curador de arte Hernán Pacurucu. La obra se presentó oficialmente ayer, en las instalaciones de Aprofe.

Según la web del proyecto (www.soloconnaturaecuador.org), uno de los objetivos de Arte Franja Comunidad es “forjar espacios para modelar modos de trabajo colectivos, dialógicos y colaborativos”.

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Se indica, además, que “se busca articular críticamente el lugar y sentido de la práctica artística en contextos comunitarios, y generar procesos y experiencias de valor y significación para los involucrados”.

La primera residencia se realizó en la isla Santay (2007), la segunda en el recinto de Limoncito (2008), la tercera en Puerto El Morro (2009), Engabao 2011 y en el 2013 nuevamente Puerto El Morro. (I)

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años

de interacción artística con comunidades de la Costa se recogen en un texto que se presentó ayer.