Una publicidad de esas que llegan por redes sociales despertó la curiosidad de Katherine, quien hace tres años abandonó el crossfit y aunque mantiene su peso se queja de flacidez. La oferta de 25 minutos de ejercicios a la semana la anima a tomar una sesión de prueba.

El martes pasado llegó a Efit Ecuador, en el Club deportivo Diana Quintana de la av. Samborondón. Ahí le proporcionaron un traje con electrodos que se conectan a la máquina desde la que el entrenador maneja los programas y empieza la rutina.

El gerente de Efit Ecuador, Aurelio Toral, explica que el equipo imita los impulsos eléctricos del cerebro para lograr contracciones musculares. “Se trabajan 350 músculos y una sesión intensa supone unas 36.000 contracciones en 25 minutos, que equivalen a cerca de tres horas de gimnasio”. Aquiles Flores, uno de los entrenadores, asegura que a la tercera sesión se empiezan a ver resultados.

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En la avenida Samborondón cada vez son más notorios los gimnasios con electroestimulación. En el edificio Xima está Go-fit, donde su gerenta, Silvia Allue, cuenta que por ser un tipo de ejercicio de alta intensidad deben pasar al menos 72 horas entre sesiones. En Go-fit el entrenamiento es de 20 minutos.

En el centro comercial La Torre se encuentra Smartfitness y en Las Terrazas está Body Fast, este último asegura que la tecnología que utiliza permite un entrenamiento diario.

El preparador físico español Diego Florez sostiene en la BBC que es un mito que usando electrodos en el sofá de la casa se bajará de peso. Hay que usarlos mientras se ejercita y con intervalos de 72 horas, confirma.

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Toral y Allue coinciden en que es necesaria una alimentación adecuada e hidratación como complemento.

En la vía a la costa, Efit tiene una sucursal y prepara la apertura de otra en Urdesa.

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Para acudir a cualesquiera de estos centros se debe hacer cita, pues un preparador físico guiará a cada cliente, vuelven a coincidir Toral y Allue.

Según Toral, no hay contraindicaciones sobre la electroestimulación.

¿Hay restricciones en algún caso? Sí, es la respuesta de Toral y los enumera: personas con marcapasos, implantes electrónicos o metálicos, y en el caso de implantes mamarios o de glúteos se puede hacer, pero no se estimulan los músculos de esas zonas por precaución, para evitar que se muevan. Allue agrega a las personas con diabetes mellitus, las embarazadas, a las personas con várices pronunciadas, porque las várices estéticas incluso las mejora.

Katherine dice que el dolor del cuerpo (músculos) es intenso tras dos días de sesión, pero ya separa otra cita. (E)

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