Miembros del elenco y el equipo de la película brasileña "Aquarius", estrenada en la principal competencia en el Festival de Cine de Cannes el martes, realizaron una protesta en apoyo a la presidenta Dilma Rousseff durante su paso por la alfombra roja.

La semana pasada, el Senado de Brasil aprobó el inicio de un juicio político contra Rousseff por presunta violación de leyes presupuestarias. La mandataria está suspendida del cargo por hasta 180 días mientras se desarrolla el proceso.

Rousseff niega cualquier actuar impropio y afirma que es víctima de un golpe de Estado.

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Cuando llegaron a la parte más alta de las escaleras de la alfombra roja en el edificio del Palais des Festivals, el director Kleber Mendonça Filho y su equipo levantaron carteles con mensajes de protesta.

La pancarta de Mendonca Filho decía: "Un coup d'Etat a eu lieu au Bresil" (Se ha realizado un golpe de Estado en Brasil). Otro de los carteles decía "54.501.118 votos quemados".

El grupo fue escoltado dentro del edificio por el director del festival, Thierry Fremaux, sin que ocurrieran más incidentes. 

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Protesta política

En la gala del estreno, el filme de Kleber Mendonça Filho recibió una prolongada ovación, en presencia de 35 miembros del equipo que aprovecharon la mediatización mundial para protestar con carteles contra el "golpe de Estado" en Brasil y el cierre del ministerio de Cultura por el gobierno de Michel Temer.

A los 65 años y casi sin maquillaje, la actriz Sonia Braga subió sonriente y haciendo guiños a las cámaras desde la escalinata del Palacio de Festivales, luciendo un traje bordó de amplio escote cuadrado y pendientes de cristal.

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En la película encarna a Clara, una crítica musical jubilada que vive en el "Aquarius", un edifico de los años 1940 de la costanera de Recife, rodeada de sus discos, libros y recuerdos.

La cosas se complican cuando el inmueble es adquirido por una empresa que proyecta demolerlo para construir un complejo residencial moderno.

Clara rechaza la transacción que le propone el promotor inmobiliario y a pesar de relaciones difíciles con sus hijos adultos y de un cáncer de mama que le hizo perder un seno, esta mujer valiente está decidida a no dar el brazo a torcer.

Ovación para Sonia Braga

En una entrevista con AFP en un hotel de Cannes, Sonia Braga dijo que su personalidad y la de Clara "se fundieron en una sola".

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"Es una mujer de mi edad que tiene tres hijos --yo nunca tuve hijos, ésa sería la diferencia-- y la situación en la que se encuentra, la presión, la lucha, el 'no hagas ésto', yo lo viví, en Brasil y el resto de mi vida", dijo la actriz que se hizo famosa con "Doña Flor y sus dos maridos" (1976).

El filme de Mendonça Filho arranca con una serie de fotografías en blanco y negro sobre el Recife de la época en que se construyó el edificio, un recurso al que también apeló el realizador en su primer largometraje "Sonidos vecinos" (2012), premiada en varios festivales y considerada por el New York Times como una de las diez mejores de ese año.

"Me fascinan los documentos y los archivos", dijo Mendonça Filho. "Esas fotografías de fines de los años 1960 y principios de los 70, tomadas en el barrio donde rodamos la película, son para mí documentos históricos".

Ambos largometrajes muestran los cambios avasallantes que impone el capitalismo salvaje al paisaje urbano brasileño y sus habitantes.

"Una ciudad puede cambiar de manera normal o violenta", dice el cineasta, que admite la dimensión política del filme, "aunque no de una manera clásica, por la escala reducida" en que se desarrolla la trama, explica.

El trabajo de Braga de expresión controlada y por momentos distante se lleva buena parte de los laureles y los entusiastas vaticinan a "Aquarius" algún lugar en el palmarés. (E)