El próximo viernes 27 de mayo, Hebe de Bonafini, titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, será recibida por el papa Francisco en el Vaticano.

No obstante, Bonafini se muestra hermética respecto a la lista de temas que tratará con el representante de la Iglesia católica. “Que podamos hablar en privado para mí es un honor enorme. Si Francisco me da permiso para decir algo, lo contaré y si no queda entre nosotros, porque es mejor que lo haga lo que le voy a pedir y no que se publique. A mí me interesa que algunas de las cosas que le voy a pedir se concreten, no me interesa que sean publicitadas”, sostuvo la dirigente, quien es afín al kirchnerismo.

Pese a que se negó a adelantar los ejes que tendrá la reunión con el sumo pontífice, en una plática con una estación de radio AM, Bonafini dejó entrever que la situación política de Brasil podría ser mencionada al advertir sobre “lo que está pasando en todos lados”. “Estos tipos vienen por todo. Me parece que es el momento oportuno para hablar con él”, dijo.

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Bonafini contó en varias ocasiones que recibió invitaciones del papa para que lo visite. El año pasado, dijo que le había puesto condiciones a Francisco para viajar. Entre otras, le pidió, según ella, que reconociera que “la Iglesia tuvo mucha participación en la represión” durante la última dictadura y que hiciera “una misa por todos los sacerdotes y las monjas del tercer mundo desaparecidos en América Latina.

La asociación Madres Plaza de Mayo fue creada durante la dictadura de Jorge Videla, que duró entre 1976-1983. Las estadísticas de la agrupación registran al menos 30 mil personas asesinadas o desaparecidas en ese lapso. (I)