San Isidro Labrador con sus dos bueyes, un Jesús yacente, San Juan y María Magdalena son algunas de las esculturas de la Inmaculada Concepción de Atahualpa, una de las 26 parroquias rurales de Quito, que forma parte del proceso de conservación, restauración y montaje de los bienes patrimoniales, a cargo del Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP).

Francisco Hidalgo, restaurador museólogo, es quien dirige el proyecto en las parroquias de Puéllaro, Perucho, Chavezpamba, Atahualpa y San José de Minas, ubicadas a casi una hora de la capital. Las obras, dice, se remontan a los siglos 17 y 18, pertenecientes a las comunidades religiosas de franciscanos, jesuitas y dominicos.

El restaurador anota que también existen obras populares como retablos (madera tallada donde van colocadas las obras de arte).

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Cuenta que un equipo de 14 expertos está recuperando la pintura de las obras.

El IMP dividió al proyecto de conservación y restauración en 4 zonas, para salvaguardar 590 obras artísticas y religiosas de 26 iglesias.

Santiago Chiriboga, técnico restaurador del IMP, es el encargado de la zona 3, que contempla 6 iglesias con 58 bienes, entre pintura de caballete, esculturas, retablos, textiles.

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Chiriboga destaca de la parroquia de Atahualpa a San Isidro Labrador, santo local que tiene unos bueyes para arar la tierra. “Con sus elementos y artefactos para arar está muy relacionado a las actividades que se realizaban localmente”, agrega, en referencia a las prácticas agrícolas.

Para Chiriboga, el arte popular se ha plasmado en estilos locales, por ejemplo, en técnicas de macillado con polvo de ladrillo. “Las capas de preparación previo a las técnicas pictóricas se los hacía con sulfatos de calcio o yesos. Estamos determinando que hay la utilización de barro cocido, de polvo de ladrillo, aglutinado con colas orgánicas”, explica.

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El técnico agrega que el arte local data de inicios o mediados del siglo 19.

El pasado jueves, en el taller ubicado a una cuadra de la iglesia de Atahualpa, Luisa Reyes, licenciada en restauración de arte, recuperaba el color celeste de una imagen de la Virgen de El Carmen con el Niño Jesús.

“A través de los colores nosotros podemos identificar qué personaje es, un momento específico del personaje (...)”, asegura la experta.

Para el proyecto de conservación, restauración y montaje, el Municipio de Quito destinó unos $ 420.000. (F)

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Proyecto
Zonas del trabajo
Bienes en total

El programa abarca 4 zonas, en las que hay 590 bienes de iglesias parroquiales.

Sectores
Constan Yaruquí, Tababela, Puembo, Tumbaco, Nayón, Zámbiza, Llano Chico, Guayllabamba, Pifo, Guangopolo, Conocoto, Amaguaña, La Merced, Píntag, Alangasi, San José de Minas, Atahualpa, Perucho, Puéllaro, Calderón, Nono, entre otras.