Una recepcionista británica que logró apoyo del público después de que la regresaran del trabajo a su casa por rehusarse a usar tacones altos se apuntó una victoria.

En diciembre se había indicado a Nicola Thorp, de 27 años, que era inaceptable en Londres que utilizara zapatos planos en el trabajo. La regresaron a su casa sin paga porque se opuso a cambiarse de calzado.

Sin embargo, Thorp impugnó la medida y escribió por internet una petición en la que solicitaba que fuera ilegal que los empleadores obligaran a las empleadas a utilizar tacones altos durante el trabajo.

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Simon Pratt, director gerente de la agencia de empleo Portico, dijo el miércoles en la noche que la firma había cambiado su política a fin de permitir a las empleadas que utilizaran calzado plano si lo preferían.

La petición de Thorp captó más de 54.000 firmas antes de que la compañía cambiara su política. (I)