Gran parte de los templos católicos de Manabí sufrieron daños severos por el terremoto del pasado 16 de abril. Por eso, en el arzobispado de Portoviejo se ha conformado una comisión que informará sobre las afectaciones que tienen las iglesias, la catedral de Portoviejo y la única Basílica Menor existente en esta provincia, ubicada en el cantón Montecristi.

Lorenzo Voltollini, arzobispo de Portoviejo para Manabí, dijo que todavía no hay un informe sobre cuántas iglesias resultaron con daños, pero resaltó que entre las más afectadas están las de Jama, Rocafuerte, Canoa (San Vicente), Calceta, Pedernales y en Manta las de Tarqui y La Dolorosa.

De la Basílica Menor de Montecristi resaltó que de lo poco que se ha observado hay daños en la torre que colapsó en este templo.

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El párroco de la parroquia Picoazá (cantón Portoviejo), Roberto Carlos, fue una de las personas que resultó lesionada en el terremoto. Él incluso fue sometido a una cirugía por las heridas que tenía.

“Se le vino encima la Virgen. Tiene unos 7 puntos en la cabeza y unos 30 y más puntos en una mano. Tienen que volver a operarlo porque no había lo necesario para poder hacerle completa la operación y enderezar y ponerse bien un huesito que se le rompió”, indicó el arzobispo Voltollini.

Dijo que al momento hay entidades que han prometido ayuda a este arzobispado en Manabí, pero agregó que a la par de una comisión de observación de iglesias, hay otra que se encargará de canalizar la ayuda y atención para quienes perdieron sus casas.

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María Cedeño, directora de la Unidad de Gestión de Riesgos en Rocafuerte, mencionó que la iglesia de esta ciudad es una de las ocho estructuras que presentan grandes daños. Aquí esperan un informe técnico para conocer cuál será el destino de las estructuras que presentan daños severos.

“Yo no puedo con mi autoridad obligar a que se destruya o que se conserve una iglesia, si dicen que no vale hay que demolerla. A los técnicos les toca decir qué es lo que hay que hacer”, agregó Voltollini. (I)