La música ha sido la compañera de su vida y en el camino ha encontrado amigos que, como ella, comparten ese amor artístico. Hace más de un año, sus ‘camaradas musicales’, con quienes ha compartido escenario, forjando lazos de amistad entrañable e incluso con quienes anhelaba cantar a dúo, unieron sus voces con la guayaquileña Patricia González.

Mi vida es un bolero es el resultado de ese amor a la música y al género que protagoniza esta producción, que se originó luego de una presentación de González, en Miami (EE.UU.).

“Esa noche se encontraba ahí Betty Pino (+), fui al espectáculo, actué y ella quedó fascinada (...). Ella me presentó a Nini Ruiz, una empresaria que ha sido mánager de Ricky Martin, Olga Guillot, de los Iglesias”, cuenta González sobre cómo fue tomando forma este nuevo disco.

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Armando Manzanero, Antonio Carmona, Amaury Gutiérrez, Margarita Rosa de Francisco, Alejandro Jaén, Jorge Villamizar, Eva Ayllón, Andrés Cepeda, Raúl Di Blasio, Albita Rodríguez y Los 3 de La Habana son los amigos que se sumaron a este proyecto, que según asegura González es un homenaje a sus 45 años de carrera.

“Armando Manzanero es mi amigo de toda la vida, con él tengo una amistad de hermanos, a Margarita Rosa de Francisco la conozco desde pequeña, tengo mucha amistad con su familia, a Coqui lo conozco desde chiquito, Eva Ayllón la conozco por cosas de la vida, porque iba mucho a Perú con Chabuca Granda”, relata González sobre su relación con algunos de los participantes de este disco de duetos.

Con ellos, sus amigos, intepreta temas como En un rincón del alma, Devuélveme el corazón, Somos novios, Hasta hoy, Besos usados, La torre y La historia de mi vida.

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Desde mañana, en una isla frente al Supermaxi, en el c.c. Policentro, estará a la venta Mi vida es un bolero a $ 10.

Por ahora, dice, no dará presentaciones, y con respeto a la situación actual del país debido al terremoto del pasado 16 de abril, desastre natural que la sorprendió en Manta antes de dos presentaciones, y que, afirma, la dejaron conmocionada al ver la destrucción de dicha localidad. (I)