Hablar, abrazar, ayudar a expresar los sentimientos y no hacer promesas son las recomendaciones que ofrecen un grupo de especialistas consultados por este Diario, para quienes asisten o están cerca de sobrevivientes de un desastre natural, como el terremoto ocurrido el sábado pasado en Ecuador.

“Es muy importante que las personas hablen de lo que ha pasado. Que se hable, que se diga, que se cuente, que se llore, que se expresen todas las emociones. No es el momento para que otra persona diga: esto ya es suficiente, ya tienes que superarlo”, dice Sonnia Navas, psicóloga clínica y magíster en terapia familiar sistémica.

En el caso de los niños, Navas aconseja, enfocarse en actividades lúdicas como terapia. “Necesitan dibujar el terremoto, los niños que están en refugio necesitan alguna maestra de teatro que los ayude a expresar corporalmente la angustia que ellos están sintiendo”, añade.

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Para Eduardo Rivas, psiquiatra especializado en Gerontología y Neurociencias, del Instituto de Neurociencias de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, el primer paso es recordarle a la persona que está con vida y que la pérdida material se recupera.

En el caso de muerte de familiares, Rivas señala que se debe indagar sobre el tipo de relación con el fallecido y descubrir si existen sentimientos de culpa de pérdida, de abandono o ambos.

“En caso de culpa aliviarla por medio de técnica de pedir perdón al fallecido imaginando que lo tiene en frente y lo visualiza, así el deudo tiene oportunidad de expresar sus sentimientos”, agrega Rivas.

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Hablar de manera positiva, de la lucha por seguir vivos y de la colaboración que reciben incluso fuera del país, es parte del apoyo emocional que se debe brindar, expresa Rocío Álvarez, psiquiatra de la clínica Kennedy Samborondón.

“Superar en mucho tiempo, depende de la persona, las pérdidas, se toma como un duelo uno o dos años. Hay que inyectarles fuerza, motivación, una nueva posición, no una posición de víctimas, sino de que sí se puede”, recomienda.

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Álvarez advierte que las personas que exageran su conducta, recuerdan y solo hablan del tema, luego de un mes, pueden afectar a otra persona.

Si la persona a socorrer tiene algún tipo de discapacidad, la ayuda varía, explica Rivas.

“Quienes tienen discapacidad mental si están medicados reaccionan mejor que aquellos sin tratamiento. Los que tienen discapacidad física responden bien al contacto físico como abrazos y palabras de aliento”, sostiene. 

Frases

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*Sonnia Navas, Psicóloga clínica, magíster en Terapia familiar sistémica.

“Hay que ser muy realistas, eso es bien importante. Este no es momento, por ejemplo, para pensar en el futuro. Es el peor momento para decir no te preocupes, en el mes de diciembre todo esto va a pasar (...) Nadie está en condiciones de hacer proyecciones a futuro, lo mejor que nos puede pasar es que nos hablen realistamente, sí, van haber réplicas, hasta que se acomode las placas afectadas”.

*Rocío Álvarez, psiquiatra de la clínica Kennedy Samborondón

“A la persona que pierde del control, la frena la persona más centrada o puede alboratar a otros. Se puede escuchar a una persona que se desahogue, pero por un tiempo y cuando estamos en crisis frenarlo la persona que tiene tranquilidad, con voz firme”.

*Eduardo Rivas, médico psiquiatra especializado en Gerontología y Neurociencias, del Instituto de Neurociencias de la Junta de Beneficencia de Guayaquil.

“Con los niños es necesario hacerlos sentir protegidos, amparados y que no se sientan solos. Escuchar su dolor y también funcionan muy bien los abrazos, besos y el cariño”. (I)