Por Gourman

El tradicional almuerzo japonés consta de unos cinco platos en raciones pequeñas. Su dieta es rica en proteínas, no así en grasas.

Siempre está presenta la sopa, por lo general miso, arroz, vegetales encurtidos, y pescado, el elemento más importante. No en vano Japón es uno de sus mayores consumidores per cápita del mundo, cuya frescura y técnica de corte son cruciales, y hacen toda la diferencia.

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La gastronomía japonesa sin bien ha sido conocida desde que este país se abrió al mundo, a inicios del siglo XX, su real internacionalización comenzó en los años 80. Y a raíz de ello, ha influenciado muchas cocinas. Los rollos por ejemplo, al menos como los conocemos, son una variante norteamericana de los Makis. La incorporación de aguacate, queso crema y otros productos, son también una variante introducida en el continente.

Pero dentro de Japón también hubo movimientos importantes en su gastronomía, que comenzaron antes de su internacionalización. Así, podría sorprender que Tokio tenga una de las mayores concentraciones de restaurantes con tres estrellas Michelin del mundo, más que París u otras ciudades consideradas históricamente capitales gastronómicas.

En Guayaquil, uno de los restaurantes japoneses más antiguos es Kyoto, ubicado en el Hotel Hilton. Tiene tantos años como los tiene este importante hotel. Su carta denota cocina japonesa tradicional, lejos de las influencias que esta ha ejercido en la gastronomía moderna, salvo unas pocas excepciones como los California rolls. Esta vez intentamos el Beef Shougayaki, Una sea food soup, temakis de salmón y atún, tempura de vegetales, y un buen surtido de nigiris. Como siempre, los términos de los platos estuvieron perfectos. La calidad del producto es de primera. Podría mejorar la textura y el sabor del atún seleccionando animales con un poco más de grasa. El tempura es a mi juicio el mejor plato del restaurante y uno de los mejor preparados de la ciudad. Los vegetales no dejan de estar tiernos y suaves, y la masa es sumamente delicada, poco pesada y uniforme. Los temaki o rollos de mano tienen la proporción justa. Es uno de mis platillos favoritos, puesto que al degustar un bocado, el alga, el pescado con vegetales y el arroz se mezclan en la boca produciendo una combinación de sabores armoniosa, sin perder las características de cada insumo. Una crítica a este restaurante es la variedad de su menú, y el tiempo que ha permanecido inalterado. No ha habido cambios importantes en su carta en muchos años. Dada la buena calidad de la cocina del Hilton, Kyoto, además de innovarse, podría expandir su oferta. No tenemos en Guayaquil restaurantes japoneses –No Nikkei– que tengan una buena variedad de platos de esta cocina, volviendo la oferta monótona y repetitiva. Japón tiene una buena diversidad de platillos fritos, arroces con coberturas de carnes diversas y especias (donburi), udones y otros tipos de tallarines cocidos en cazuelas (nabemonos), y decenas de sopas. Kyoto es un restaurante recomendable. Pero sin un cambio, puede cansar al comensal frecuente. (O)

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