Que el pánico no perturbe en un desastre

La angustia, el nerviosismo, el miedo, el susto, la ansiedad son algunas de las emociones que embargan al ser humano en una situación desastrosa (terremoto, temblores, inundaciones, etcétera) que pueden causar accidentes, incluso la muerte cuando no se los puede controlar.

“Hay que tener claro que no ayudan en nada –las emociones–, complican la situación en caso de un temblor o terremoto, que son fenómenos físicos que no se pueden prever y suceden de un momento a otro”, dice el psiquiatra Eduardo Tigua.

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“A veces una reacción acelerada, desmesurada, puede traer un accidente mayor que el que pudo haber causado el terremoto. Una persona sale corriendo a la calle, puede atropellarla un vehículo, fracturarse o caerle algún objeto”, agrega el también psicólogo clínico.

El profesional recomienda que en casos como estos (a propósito del terremoto que vivió el país el pasado sábado) es primordial el orden en la casa.

Indica que es importante saber dónde está una linterna, agua y otros implementos que recomiendan las autoridades tener a mano para tomarlos y luego alejarse del peligro.

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Tigua comenta que en el instante de una situación adversa “no existe una palabra que sea capaz de devolverle la calma a la persona”. Subraya que es importante prepararse previamente para eventos catastróficos, ya que de esa manera se sabrá cómo actuar. (F)

Eduardo Tigua, Psiquiatra y psicólogo clínico

Informarse para no caer en especulaciones
Luego de un terremoto o situaciones similares a este hecho, “es normal estar un poco asustados porque obviamente es una situación inusual”, señala la psicóloga clínica Glenda Pinto.

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La profesional comenta que después del suceso hay mucha información por procesar y “valdría la pena que la persona más tranquila investigue un poco” para no caer en especulaciones o exageraciones.

“El temor hace que las personas empiecen a creer todas estas teorías y lo peor es que lo difunde y de boca en boca se vuelve todo un rumor y en lo que va a contribuir es a desestabilizar”, añade.

Pinto indica que por la situación que atraviesa el país, algunas personas pueden resultar afectadas con el síndrome de estrés postraumático.

“Después de una situación calamitosa vivida la persona puede quedarse con algunos síntomas psicológicos negativos que puedan contribuir a alterar su estado de salud mental”, puntualiza Pinto.

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Recomienda que en ese caso la persona busque ayuda o consejería.

“Hay una cantidad de cosas que se han desacomodado en la vida cotidiana, es una situación demasiado inusual y obviamente va a haber muchos desajustes emocionales a las personas, sobre todo que han sido víctimas del desastre y que para superar será un proceso, no de la noche a la mañana”, agrega la especialista. (F)

Glenda Pinto, Psicóloga clínica

El diálogo, para preparar a niños ante un desastre
Para que un niño comprenda lo que sucede y cómo debe actuar y superarse tras un terremoto o circunstancias adversas similares, “va a depender siempre de cuán estable emocionalmente esté el adulto para superar la situación”, explica la psicóloga Karina Vallejo.

Comenta que generalmente los padres son los encargados de educar a los infantes y es ahí cuando deben educar para futuras situaciones imprevistas que determinará la resiliencia (capacidad que tiene una persona o un grupo de recuperarse frente a la adversidad para seguir proyectando el futuro) del menor.

Vallejo recomienda a los adultos dar a sus hijos las herramientas necesarias para que salgan adelante en casos que les afectarían.

Refiere que es importante el aprendizaje a edad temprana. “Depende de la resiliencia del niño para superar la situación”, acota.

Menciona que la situación que atraviesa el país desde el pasado sábado es complicada, personas que requieren de ayuda, entonces sería oportuno enseñar a los infantes a ser solidarios, cita como ejemplo llevar donaciones.

Aunque las circunstancias son graves, la profesional aconseja no llegar a mencionar la frase “pobrecita”, sino, por lo contrario, encontrar las fortalezas y buscar la solución. (F)

Karina Vallejo, Psicóloga y terapeuta familiar

Fortaleza para afrontar la pérdida de un familiar
Afrontar y superar la pérdida de un familiar después de un terremoto se torna en un proceso. Aunque la muerte no siempre da un previo aviso, un fenómeno como el que se vivió el pasado sábado tampoco estuvo previsto.

Miles de familias ecuatorianas atraviesan esta situación de haber perdido a sus seres queridos. Para el psiquiatra Óscar Bonilla, superar esto va a depender de la fortaleza emocional que tenga el ser humano para enfrentarse a la realidad.

Explica que se debe conocer “que todo lo que nace se va, que la muerte no es mala, es parte de la vida (...)”.

“Hay que fortalecerse y aceptar que lo que ocurra nos va a doler, pero eso es un periodo corto, mediano o largo para algunos, dependiendo de la fortaleza interior que tenga cada uno, pero hay que aceptar la realidad”, recalca Bonilla.

El profesional comenta “que así como se acepta que a muchísimas personas no les ha pasado nada, mucha gente que ha estado en medio de la tragedia está fortalecida, está bien, claro están sufriendo como es natural, a cada estímulo hay una respuesta”, dice.

Bonilla explica que “todo ser humano que se defiende y acepta la realidad se fortalece y sufre menos cada vez venga lo que venga en el futuro”. Señala que una persona que no es frágil emocionalmente supera pronto un problema. (F)

Óscar Bonilla, Psiquiatra

A veces una reacción acelerada, desmesurada puede traer un accidente mayor que el que pudo haber causado el terremoto, puede atropellarle un carro.Eduardo Tigua, psiquiatra y psicólogo clínico