Mundialmente conocido por haber escrito El Quijote, Miguel de Cervantes, cuya muerte hace 400 años España conmemorará la próxima semana, llevó una vida tan rocambolesca y fascinante como las aventuras de su delirante caballero andante.

Fallecido el 22 de abril de 1616 pero enterrado un día después, Cervantes sobrevivió a una gigantesca batalla naval, un secuestro por piratas, años de cautiverio en Argel y un tiempo en prisión.

“Lo que le da tanta fuerza a la literatura de Cervantes es que vivió de manera muy intensa”, afirma el fotógrafo José Manuel Navia, que recorrió los lugares visitados por el escritor para una exposición conmemorativa.

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La muestra se inscribe en los eventos –más de 300 entre exposiciones, obras de teatro, lecturas y conferencias– que se organizan este año en España para conmemorar su desaparición, coincidente con la de otro ícono de la literatura mundial, William Shakespeare.

El próximo sábado, los reyes Felipe VI y Letizia presidirán en Alcalá de Henares la ceremonia de entrega del Premio Cervantes al mexicano Fernando del Paso. (F)