El sacerdote jesuita Fernando Cardenal, uno de los seis religiosos nicaragüenses sancionados por el Vaticano en 1984 y hermano del también sacerdote y poeta Ernesto Cardenal, falleció ayer luego de complicaciones de salud.

Cardenal, de 82 años y teólogo de la liberación, fue ministro de Educación y dirigió la cruzada de alfabetización en el gobierno revolucionario sandinista en la década de los 80.

En 1984, el papa Juan Pablo II le suspendió a divinis del ejercicio del sacerdocio, junto con su hermano Ernesto y otros cuatro religiosos por defender la teología de la liberación y ocupar cargos en el Gobierno, aduciendo que era incompatible como religiosos.

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Fernando Cardenal dejó su cargo en 1990 y al final rompió con el Frente Sandinista —que era encabezado por Daniel Ortega— por considerar que la organización se alejó de los principios de la revolución que derrocó a la dictadura somocista.

En algo más inusual que su decisión, fue reinstalado en la orden jesuita en 1997.

El papa Francisco levantó esa sanción en agosto de 2014. Fernando Cardenal estaba dedicado a la asociación religiosa Fe y Alegría.

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De acuerdo con medios nicaragüenses, Cardenal murió por complicaciones cardiacas luego de someterse a una operación quirúrgica para atender una hernia umbilical. (I)