Ya sea una choza en la selva o un apartamento en un rascacielos, su hogar está cubierto de bacterias, y una nueva investigación en el Amazonas indica que los residentes de las ciudades desearán abrir una ventana para ventilarlo.

Los científicos viajaron desde aldeas remotas en Perú hasta una gran ciudad brasileña para comenzar a rastrear los efectos de la urbanización en la diversidad de las bacterias que habitan en las viviendas.

“Poco se conoce sobre los microbios del ambiente construido”, dijo la microbióloga María Gloria Domínguez Bello, de la U. de Nueva York, quien dirigió el estudio piloto, en una reunión de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia.

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Su equipo halló que, a medida que la gente que vive en la selva del Amazonas se urbaniza más, los tipos de bacterias en sus hogares cambian de bichos que suelen encontrarse en la naturaleza a los que típicamente viven en humanos.

El tipo de vivienda también influye, dijo el coautor del estudio Humberto Cavallin, arquitecto de la Universidad de Puerto Rico. En las viviendas más urbanizadas, más bacterias humanas vivían en paredes y pisos, informaron los investigadores en la revista Science Advances. Las paredes funcionan como trampas a medida que la gente pierde bacterias, en comparación con los hogares menos urbanos abiertos a la circulación del aire, dijo el equipo. (I)