Larissa Marangoni es una artista multidisciplinaria, de 48 años. Una de sus pasiones es la escultura y también ha asumido cargos públicos. El 15 de febrero pasado anunció su renuncia a la Dirección Cultural de Guayaquil. A este Diario le confió que lo hizo porque estará al frente de la Dirección Ejecutiva de la Asociación Pro Bienestar de la Familia Ecuatoriana (Aprofe). Durante casi siete meses en funciones impulsó varios proyectos para promocionar los espacios culturales de la ciudad: museos y exposiciones al aire libre.

¿Qué proyectos dejó encaminados en la Dirección Cultural de Guayaquil?
El proyecto Jesús de Nazaret, que es la nueva exposición permanente del museo Nahim Isaías. Hice cambiar todas las muestras permanentes de los museos para evitar la monotonía. Y en la muestra permanente de arqueología hemos cambiado la mayoría de las piezas, así seguimos dando a conocer la colección. En el museo Amantes de Sumpa tenemos el proyecto ‘Frutos de mi tierra’ (Santa Elena), estamos llevando algunas obras allá. Viene ‘Arte Factoría’, megaproyecto paralelo de lo que fue Rendón (Seminario) y que ocuparía todas las salas de museos. En esos lugares también se estaría exhibiendo la pieza de la semana (...) Está el proyecto extramuros ‘Mi tierra, con el Siembratón’ (recuperar áreas verdes).

¿Con cuánto dinero contó para impulsar estos y otros proyectos?
$ 3’036.352,48, de los cuales tuvimos gasto corriente e inversión. No solamente nuestra gestión ha sido curatorial, sino también en infraestructura. Eso nos ayudó a cambiar las celdas principales que alimentan de energía al MAAC (Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo), hicimos mantenimiento de pintura en el Archivo Histórico, en el Presley Norton cambiamos el techo, lo reparamos. Hemos hecho muchos trabajos de infraestructura, tenemos a cargo siete museos, el gasto es alto. También el Centro Cívico. La mayoría del presupuesto va a gastos operativos y a las muestras que hemos promocionado. Activamos el MAAC Cine.

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La persona que la suceda, ¿cómo debe afrontar la difícil conyuntura económica que se vive en el país?
Como lo hemos hecho, con autogestión. En situaciones como esta es cuando más creatividad debe tener. Están las relaciones interinstitucionales. Un ejemplo, en el Café del río (proyecto en el MAAC) le dimos un espacio a los artistas. Los artistas no cobraban. Nosotros trabajamos con la Universidad Casa Grande, con Eurodiseño. Todos sumamos para que la cultura llegue a todas las audiencias. Generar espacios extramuros como muestras para ir a comunidades que no pueden ir a los museos (...).

¿Qué aconseja a su sucesor en pro de la cultura local?
Que respete el cronograma de eventos para este año. Siempre he dicho que no hay mal personal, hay mal jefe. Fue algo buenísimo en la gestión del 2015, todo el personal fue estimulado y organizado (...). Me gustó trabajar para el Gobierno. La parte financiera ha sido transparente.

¿En algún momento hubo falta de apoyo?
No, lo único que he tenido es apertura. (I)

Hubo un incremento de personas que fueron al MAAC. Nosotros tuvimos hasta 136 mil personas que visitaron el MAAC, eso solo en un museo. En el Centro Cívico tuvimos 138 mil visitantes”.