Los periodistas definitivamente están marcados en el camino del cantautor colombiano Andrés Cepeda. Y no solo por su carrera musical, aunque esta le permitió dar con quien es su pareja, Elisa Restrepo. Su relación se inició tras conocerla en el año 2010 cuando ella era reportera del diario antioqueño El Colombiano y fue asignada para entrevistarlo.

Pero no es la única comunicadora en su vida. Consuelo Cepeda, su hermana, es la defensora del televidente del canal RCN y catedrática en una universidad de Bogotá. “Hace un muy buen tiempo ejerce esta profesión, desde que la autoridad que rige la televisión decidió que debería haber un defensor del televidente para cada canal. Es la persona que recibe todas las quejas, las inquietudes, reclamos o las sugerencias de los televidentes; entonces, pongo un ejemplo tan sencillo como por qué me cambiaron la novela de horario si yo estaba tan feliz viendo Rosa salvaje a las 8, desde esa pregunta tan simple a por qué me están dando mal la información del noticiario o por qué no profundizan más en el proceso de paz, por ejemplo. Entonces a ella le toca lidiar con una cantidad de cuestionamientos e interrogantes que son muy interesantes”, relata de la figura similar a la que en Ecuador existe para todos los medios de comunicación como defensor de audiencia, aunque todavía no se nombran.

El Gobierno colombiano estableció el cargo en el vecino país donde lo desempeñan periodistas de larga trayectoria, cuenta Cepeda.

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El intérprete es abierto a hablar de su relación con Elisa Restrepo y la comparte en redes sociales, que maneja personalmente, como Instagram y Twitter. El Facebook y su página web los alimentan un equipo de comunicación.

A la capital ecuatoriana llegaron el sábado anterior, recorrieron caminando el Quito colonial y celebraron así el Día del Amor. Cepeda se declara en un momento feliz de su relación, de trabajo y de vida y afirma que eso es lo que refleja en los ritmos de su producción Mil ciudades, que hoy presenta en el Centro de Convenciones de Guayaquil, donde están como invitados el puertorriqueño Tommy Torres y el ecuatoriano Daniel Páez.

El concierto, que replicará mañana en Portoviejo y el sábado en Cuenca, tendrá melodías de su nuevo álbum y otras ya conocidas, señala. Un tema que jamás ha cantado en vivo es El cielo que no merezco. “Una de las razones es porque precisa de un cuarteto de cuerdas para ser interpretado como está grabado” y no se sentiría feliz sin ese detalle.

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Cepeda es un hombre familiar. Lo delata en cada expresión e incluso en sus aficiones. El amor por la navegación, por ejemplo, es herencia de su padre, que aunque vive es un hombre mayor que ya no lo hace. El cantante tiene un bote hace 10 años y entre semana se adentra al mar en Cartagena o en un club náutico de la Represa de Tominé, en la sabana, a una hora de Bogotá. “El sonido del viento, de las olas, te invita mucho a pensar, es un bonito lugar para resolver problemas o para crear proyectos...”, reflexiona.

Y dentro de las aficiones de Cepeda descubrimos una que se quedó en sus años juveniles, la de los tatuajes. Tiene dos en los brazos, una hoja muy mal hecha, confiesa, y muestra tímidamente. Y una figura que el tiempo ha afectado. Elisa acaba de hacerse un corazón tan diminuto como un lunar en la mano. Aunque él rechazó la idea, cuando lo vio se echó a reír. (E)

De una mujer me seduce mucho la conversación, que tenga esa vivacidad, esa inteligencia que en las mujeres es tan atractiva. Me seduce mucho una mujer que tenga un talento, que tenga un don y que lo porte como si fuera parte de su belleza.Andrés Cepeda, cantautor colombiano