La comisión del papa Francisco para tratar el abuso sexual cometido por religiosos aclaró ayer que su único objetivo es proponer iniciativas para proteger a los niños de los pederastas, después de suspender a un miembro que propugnaba un papel más activista.

En una declaración, la comisión dijo a Peter Saunders el sábado que tomara una licencia después de criticar el ritmo lento de reformas y de exhortar a la comisión a intervenir inmediatamente en casos individuales en vez de limitarse a elaborar políticas de largo plazo para combatir el abuso.

La comisión citó la documentación que fundamenta su creación que su “tarea específica” es brindar al papa propuestas para proteger a los niños y ayudar a iglesias a responsabilizarse del problema.

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No mencionó a Saunders, un británico sobreviviente de abuso, en la declaración que concluyó su reunión plenaria de una semana. En cambio informó sobre los progresos de su gestión, incluso una solicitud al papa para que recuerde a las autoridades eclesiásticas que deben escuchar a las víctimas cuando estas se manifiestan y agregó que planeaba talleres para dar mayor transparencia a los juicios eclesiásticos a los sacerdotes acusados. (I)