En Carboncillos, un bosque primario, único en su especie que se conserva en Cañar, los indígenas de la organización Tucayta agradecieron el domingo último a la Pachamama (Madre Tierra) por el florecimiento en sus cultivos, ya que, dijeron, es la época del Lalay o Pawkar Raymi (Fiesta del Florecimiento), previo a las cosechas que serán en cuatro meses.

Con la conquista española, contaron, esta fiesta tuvo transformaciones, y ahora se la conoce como el carnaval.

Para los cañaris, una celebración siempre empieza con un ritual de agradecimiento y de renovación de energías, marcados por el calendario lunar y que tiene relación con la siembra, el deshierbe, el florecimiento y la cosecha.

Publicidad

“La Pachamamita da la vida por sus hijos y ha puesto a nuestra disposición todo lo que nace de ella, pero no para que nosotros abusemos y la destruyamos, sino para que compartamos en armonía”, dijo Antonio Guamán, el Taita (papá) de la comunidad de Quilloac.

Para el ritual, en lengua nativa, se emplean varios elementos como la Chacana o Cruz del Sur, que tiene 16 uniones y vértices y en estas se colocan las semillas de los cultivos, los granos, las frutas, hortalizas; el fuego, el agua, el aire y la tierra.

Ahora, los cañaris celebrarán más ritos, con música, comida y juegos típicos, hasta el próximo fin de semana. (F)