Los restos de padre Pío, ícono del catolicismo popular italiano, serán expuestos desde el viernes 11 en la basílica de San Pedro con motivo del Jubileo de la Misericordia.

La urna de cristal del santo italiano, con el rostro cubierto por una máscara de silicona, fue trasladada este miércoles por primera vez del santuario de San Giovanni Rotondo, en el sur de Italia, a Roma, para ser expuestas primero en dos iglesias de la capital italiana.

Las reliquias del fraile capuchino serán llevadas hoy, en una inusual procesión, a la basílica de San Pedro junto con las de otro capuchino, también incansable confesor, san Leopoldo Mandic (1866-1942).

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El papa Francisco ha querido rendir homenaje así a dos confesores ejemplares con ocasión del año del jubileo dedicado a la misericordia y al arrepentimiento.

El cuerpo de Pío, de la comunidad de los capuchinos, que murió en 1968, fue exhibido por primera vez entre 2008 y 2009 en la cripta del santuario de Santa María delle Grazie, en Pullas (sur), suscitando devoción entre miles de italianos.

El padre Pío fue proclamado santo en 2002 por Juan Pablo II en una de las ceremonias más multitudinarias.(I)