¿Una calavera como símbolo de belleza? Para los fanáticos de los tatuajes en Brasil, sí.

En la Semana del Tatuaje 2016, considerada la mayor convención de América Latina de tatuaje y piercing, la imagen de la muerte se ve en brazos, piernas, cuellos y en la mayoría de las partes del cuerpo humano, sin contar camisetas y afiches.

Hay claro otros muchos diseños en esta feria, que comenzó el viernes y cierra este domingo.

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Personajes de Disney, guerreros vikingos, viejas anclas estilo Popeye, geishas japonesas, rosas, enredaderas y hasta un jardín entero estaban disponibles en esta convención de Rio.

Pero la muerte en tinta presentada en diversas formas --sonrientes, haciendo una mueca, guiñando un ojo-- es ineludible.

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"Se ha convertido en la moda", explicó a la AFP Priscila Virla, de 32 años y copropietaria de un estudio de tatuajes que atiende especialmente a las mujeres y que formó parte de los 250 stands.

"El cráneo es una de esas cosas que realmente ha alcanzado gran popularidad, sobre todo aquí en Rio de Janeiro", añadió.

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Algunas de las representaciones de la muerte realizadas en los catálogos de tatuajes mostraban cráneos horriblemente desfigurados, gritando o goteando sangre. Pero a pesar de las apariencias, el apego a esta imagen tiene raíces sorprendentemente saludables.

"Para los brasileños el cráneo representa la igualdad", dijo Binho Fernandes, cuya línea de ropa y accesorios está mayoritariamente vinculada a todo lo relacionado con el cráneo. "La gente se tatúa cráneos porque el cráneo nos une a todos", añadió.

Nelio Cadar, cuyo estudio usa como logotipo una estilizada calavera y exhibe un cráneo gigante en su brazo, coincidió con Fernandes.

"Tomamos el lado bello del símbolo. Es menos sobre la muerte y más sobre igualdad, sin importar si tienes mucho dinero, o estás quebrado, si eres católico o de alguna otra religión. Cuando alguien muere termina en un esqueleto", subrayó.

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La obsesión por el cráneo viene del día de los muertos de México, según los expertos del tatuaje en la convención.

El dios azteca de la muerte fue transformado por la cultura popular en un oscuro santo popular llamado Santa Muerte favorecido por "criminales y la policía", dijo el artista Federico Ruiz, que llegó a Rio desde Ciudad de México para vender sus obras.

Artísticamente relacionada con Santa Muerte está la mujer esqueleto mexicana Catrina, que sirve de fuente de inspiración para los aficionados del tatuaje a nivel internacional, especialmente en Brasil.

"Es algo que Brasil tomó como propio", dijo Cadar. "Lo hemos hecho bien", se congratuló.

Un minucioso tatuaje de un cráneo que cubra buena parte del brazo cuesta alrededor de 1.200 reales (unos 293 dólares), una suma considerable en medio de la recesión que golpea a Brasil. Pero no hay escasez de clientes.

El apetito por tatuajes es tan grande en Rio que los vendedores parecen estar de acuerdo en que siguen protegidos por ahora contra la crisis económica del país.

Y el aspecto sombrío de la estampa del símbolo de la muerte poco parece importar a quien lo lleva.

"Cuando ya tienes un cierto número de tatuajes, deja de importante lo que significan", indicó Lorena Lima, de 21 años, que lleva una Catrina con ojos feroces y la boca cocida en su brazo derecho.

"Sólo los llevas porque son bellos", añadió mientras hacía una mueca de dolor con la aguja penetrando su piel para su décimo tatuaje.

En todo caso, las calaveras no tienen que dar miedo, advirtió Virla.

"¿Ves?", dijo subiendo su pantalón para mostrar un pequeño esqueleto con un divertido arco de puntos rojos y blancos. "Todo depende de la perspectiva". (E)