La Arquidiócesis de Guayaquil designó nueve santuarios para que los fieles puedan ganar las indulgencias tanto plenarias como parciales facultadas y previstas para el Año de la Misericordia, que decretó el papa Francisco y que comenzó en el Vaticano el 8 de diciembre.

A través de una resolución, el arzobispo de Guayaquil, Luis Cabrera, especificó que los santuarios habilitados para ese fin son: Nuestra Señora de la Alborada, Madre Admirable de Schoenstatt, Santa Narcisa (Nobol), Catedral de San Pedro, Señor de la Divina Misericordia, Cristo del Consuelo, Nuestra Señora de El Cisne, Blanca Estrella del Mar (Olón) y Señor de los Milagros (Daule).

Monseñor Cabrera recordó que el papa Francisco, mediante la promulgación de la Bula Misericordiae Vultus, ha convocado a toda la Iglesia a vivir el Jubileo Extraordinario de la Misericordia. Este periodo culminará en la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo, el 20 de noviembre de 2016.

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Para ganar las indulgencias, el arzobispo indicó que son necesarias la confesión sacramental, comunión eucarística, oración por las intenciones del santo padre.

La Iglesia católica mira a las indulgencias como un don de la misericordia de Dios confiando a la Iglesia. Con estas se otorga al pecador arrepentido la remisión de la pena temporal de los pecados ya perdonados mediante la aplicación de los méritos sobreabundantes de Cristo, de la Virgen María y de todos los santos.

Dentro del decreto promulgado por el arzobispo de la ciudad y que consta en la página web de la Arquidiócesis también se ratifica la facultad que tienen los párrocos y rectores de santuarios para absolver los pecados que conlleven una pena canónica, con la debida advertencia sobre la gravedad de la falta y adecuada invitación a la conversión del corazón.

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Este año, el papa Francisco ha hecho énfasis en el perdón para aquellas mujeres que han practicado el aborto y aquellas personas que han estado involucradas en esta práctica.

En la Iglesia católica solo los obispos o sacerdotes autorizados por ellos podían perdonar el pecado del aborto, según el derecho canónico. A propósito del Año de la Misericordia, el papa Francisco autorizó que todos los sacerdotes puedan en ese periodo dar la absolución de ese pecado, “no obstante cualquier cuestión contraria”.

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“Pienso en las mujeres que han tenido que recurrir al aborto. Conozco bien los condicionantes que han tenido que enfrentar y sé que es un drama existencial y moral”, aseguró meses atrás el papa.

Francisco instó a los sacerdotes a prepararse para esta gran tarea sabiendo conjugar palabras de genuina acogida con una reflexión que ayude a comprender el pecado cometido, e indicar un itinerario de conversión verdadera para llegar a acoger el auténtico y generoso perdón del padre. (I)