Las pepas de café, como se conoce en este cantón azuayo a las semillas de este producto, se convirtieron en un creativo pesebre que elaboraron los adultos mayores de la comunidad de Ucumari y que se llevó el primer premio del concurso de nacimientos en Nabón.

Las semillas tostadas sirvieron para formar la casita de este original pesebre de no más de 30 centímetros de largo y menos de 10 centímetros de alto. Con las pepas de café naturales formaron el piso y las que fueron peladas sirvieron para dar forma a los cuerpos de la Virgen María, San José, los Reyes Magos y el Niño Jesús, para los que también se usaron hojas secas de la planta de maíz.

En tanto, Carlos Patiño creó uno con hojas de maíz secas. El rústico material en manos de este artesano integrante del grupo Arte Trigopamba se convirtió en esbeltas figuras bíblicas, incluso sin dejar de lado las representaciones del burro y el buey.

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El nacimiento más colorido fue el de Génesis Piedra, quien con mullos, conchas, perlas y cristales de diversas formas creó un diminuto pesebre con San José, la Virgen y el Niño dentro de una pequeña urna de cristal. También puso en sus alrededores arcos, castillos, puentes, lagos y un corral con animales.

El objetivo de esta actividad, realizada el pasado fin de semana, fue que cada comunidad y participante reciclara materiales de cada zona o que ya no usara en sus hogares. Esto logró que los concursantes desbordaran su imaginación, especialmente los niños y jóvenes del cantón, aseguró en un comunicado la Municipalidad.

Este concurso de pesebres también fue parte de las festividades que se efectuaron en Nabón el último fin de semana, para celebrar una década desde que esta localidad azuaya fue declarada como Patrimonio Cultural de la Nación. (F)