La nueva reina de Quito, Angie Vergara Prado, está convencida de que retomar las tradiciones es clave para terminar con varios problemas de la ciudad, como el acoso a las mujeres en los transportes públicos, y también para reforzar los logros, como el crecimiento de las visitas turísticas.

Por eso, rescatar las tradiciones será el centro de su reinado. Así lo manifestó la mañana de ayer durante su presentación formal ante la ciudad.

A sus 22 años de edad, Vergara participó en el certamen como representante de los barrios del sur, la zona más popular de la capital.

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La corte está compuesta, además, por Valeria Ruales, como la Señorita Patronato; María Susana Sánchez, como Señorita Confraternidad; Alison Méndez, señorita Simpatía, y Pamela González, elegida Señorita Amistad.

Ellas fueron electas de entre diez candidatas en la gala que se desarrolló la noche del sábado pasado en el Teatro Nacional Sucre.

El programa arrancó con la presentación de Manos Blancas, el coro del Patronato San José, que incluye a niños y jóvenes con problemas de audición y quienes siguen la música con sus ademanes.

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Los cantantes Mía Terán, Daniel Páez y el guayaquileño Danilo Parra amenizaron la velada con sus voces

Las aspirantes desfilaron en trajes casual y de gala. Durante la ronda de preguntas, una activista antitaurina gritó, desde un palco del teatro: “¡Tortura! ¡Tortura! ¡El arte no es tortura!”, mientras agitaba una bandera roja que tenía la leyenda “Quito no es taurino”.

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Los guardias tardaron un minuto en controlar a la manifestante. Para cuando Angie tenía que responder, la activista ya fue sacada del teatro.

La nueva soberana se mostró desenvuelta y habló sobre la necesidad de hacer campañas dirigidas a las nuevas generaciones para que conozcan las tradiciones de la ciudad de manera lúdica.

Minutos después, el jurado se pronunció a su favor y Angie recibió la corona de las manos de la reina saliente, Carolina Báez. (E)