Tomando como referencia una frase de Albert Einstein -“Debemos tener cuidado de no hacer del intelecto nuestro Dios; por supuesto que tiene músculos poderosos, pero no tiene personalidad”- se realizó un estudio, recogido por Forbes, con 500 líderes de negocios.

En la encuesta muchos confundieron la personalidad con la inteligencia emocional y puntualizaron habilidades que se pueden incorporar en el trabajo:

- No estar preocupados de la recompensa

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- Tolerar los conflictos

- Centrarse en lo importante

- Hablar cuando otros no lo hacen

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- Controlar el ego

- No estar satisfechos

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- Identificar las cosas rotas y arreglarlas

- Ser responsables, agradables y neutralizar a la gente tóxica. (I)