La oficina de prensa del Vaticano defendió ayer su informe de un encuentro sobre cuestiones familiares luego de que se produjo una discusión acerca de qué les dijo el papa Francisco a los obispos a puerta cerrada respecto a sus esperanzas de un debate libre y abierto.

Uno de los participantes en el sínodo, el reverendo Antonio Spadaro, tuiteó a principios de semana que el pontífice advirtió a los prelados no recluirse en una mentalidad “conspirativa” al debatir cómo la Iglesia puede servir mejor a las familias, los homosexuales, los divorciados y las parejas en unión libre.

Pero en su reporte a la prensa el martes, el vocero del Vaticano, reverendo Federico Lombardi, no atribuyó al papa una advertencia tan explosiva y crítica. Su resumen de las declaraciones de Francisco fue más genérico y nunca se entregó a la prensa el texto de las declaraciones papales.

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Lombardi confirmó ayer que el papa formuló esa advertencia, pero aclaró que no estaba obligado a informar públicamente todo lo que se dice.

El miércoles, por ejemplo, el arzobispo de Filadelfia, Charles Chaput, señaló que muchos africanos suponían que el borrador del documento para el sínodo se concentraba demasiado en cuestiones de interés para Occidente y no para África.

El proceso del sínodo se ha caracterizado por divisiones profundas entre conservadores y liberales acerca de las enseñanzas eclesiásticas sobre la homosexualidad, el divorcio y el matrimonio. Los conservadores insisten en que el sínodo reafirme enérgicamente la doctrina de la Iglesia sobre la vida familiar, mientras los progresistas esperan que surja un enfoque pastoral más abierto.

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Propuesta
El obispo canadiense Paul-André Durocher propuso en el sínodo de la familia, en el Vaticano, que las mujeres puedan ser diáconos, un cargo reservado a los hombres en la Iglesia católica, provocando aplausos en la sala. (I)