Como un director de coro, Fito Páez dirigió al público que acudió a su concierto la noche del martes, en el Teatro Sánchez Aguilar.

El argentino salió a escena con teatro lleno, además de las 210 personas que habían pagado por verlo a pocos metros, sobre las tablas. Luego de advertir que tenía los planetas alineados en su contra, dio una cátedra de música de hora y media.

Solo Fito y un piano Steinway & Sons fueron encendiendo el lugar, con temas propios y de otros latinoamericanos. Comenzó con Y dale alegría a mi corazón e invocó a Charly García con Desarma y sangra. De vez en cuando, una llamada de atención a los ‘boludos’ que lo interrumpían pero, en general, hubo una intensa conjunción con el auditorio, que fue creciendo en La rueda mágica.

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“Flaco, dónde estás, estoy imaginándome en Guayaquil”, dijo en Giros; y luego contó una anécdota sobre un festival al que asistió con Pablo Milanés en La Habana, como preámbulo para cantar el éxito del cubano, El breve espacio en que no estás, una de las mejores canciones de amor que se han escrito, según Páez.

11 y 6 fue uno de los temas más coreados de la noche. Luego vinieron Dos días en la vida y Los ejes de mi carreta, de Atahualpa Yupanqui, que enmudeció al teatro por la sentida interpretación que hizo el argentino.

En la parte final, Páez presentó sus melodías más conocidas. Tumbas de gloria, Detrás del muro de los lamentos y Te vi tuvieron largos solos de piano. En repetidas ocasiones “dio permiso” al público para cantar más fuerte e incluso se paró a dirigirlo.

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Fito salió de las tablas y volvió pidiendo silencio total. Cantó a capela Yo vengo a ofrecer mi corazón y se sentó nuevamente al piano en Brillante sobre el mic, Dar es dar y Mariposa technicolor.

Con un auditorio vitoreando como en estadio, Fito volvió a despedirse, pero el “olé, olé, olé, Fito, Fito” fue tan intenso que regresó a cantar A rodar mi vida. Al final, alineado con los planetas y con la gente, dijo adiós chocando manos con las primeras filas de fanáticos que estaban en el escenario.

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Larga espera
Fito Páez no cantaba en Guayaquil desde el 2004.

Charly, siempre
Antes de cantar uno de sus temas, Páez dijo que todos teníamos la suerte de vivir en la misma época que Charly García, por su calidad musical. (E)